Un macho de cobra real puede tragarse serpientes enteras y su veneno mata en minutos, pero cuando encuentra a otro macho igual de grande durante la época reproductiva, guarda sus armas mortales.
Estas son las zonas de Estados Unidos donde abundan las serpientes: ¿cuáles son peligrosas?
Los investigadores de Virginia Tech que documentaron estos enfrentamientos en Tailandia se sorprendieron al descubrir que estas criaturas temibles siguen un código de honor casi caballeresco. Nada de mordidas, nada de veneno, solo una lucha de fuerza pura donde el objetivo es humillar al oponente empujando su cara contra el suelo, reseña National Geographic.
Publicidad
Ritual de la cobra real macho
Las hembras observan desde algún lugar cercano mientras dos machos de hasta cuatro metros se enzarzan en combates que pueden durar media hora.
Max Jones, quien lideró el estudio, explica que las cobras no necesitan abrir sus capuchas intimidantes porque ambas saben perfectamente qué tipo de adversario enfrentan.
Publicidad
En los tres casos documentados, ninguna serpiente violó las reglas tácitas del duelo, el ganador se gana el derecho a cortejar, el perdedor se retira sin heridas físicas pero con el orgullo herido.
La explicación podría estar en el tamaño. Cuando dos machos de proporciones similares pelean, cada uno sabe que el otro sería imposible de devorar si lo matara. Esta lógica brutal pero práctica creó un sistema donde la competencia se basa en técnica y resistencia, no en violencia letal.
Los científicos señalan que este respeto mutuo entre depredadores igualmente peligrosos muestra cómo incluso las especies más agresivas pueden desarrollar formas sofisticadas de resolver conflictos sin destruirse mutuamente.
(I)
Te recomendamos estas noticias
- Capturan pitón en Carolina del Sur de 12 pies de largo y 140 libras de peso: hizo falta de la fuerza de tres hombres para someterla
- Señora Meyer: el caimán que vive desde hace 30 años con la familia de un exartista de circo
- Expertos acuden a una casa en Arizona para retirar a una serpiente de cascabel y encuentran algo nunca visto: “se trata de una mutación genética”