La ciudad de Provo, Utah, interrumpió a finales de junio el programa Dirtylicious Dance Fitness, impartida en su centro recreativo, luego de hacer una revisión para determinar que la clase no se ajustaba a los estándares, la moral ni los valores de la ciudad, explicaron los propietarios.
Dicha decisión fue tomada luego de recibir la queja de un residente sobre la idoneidad del programa, lo que produjo una evaluación interna de las grabaciones de las clases y las publicaciones en redes sociales, explicaron a Newsweek, los propietarios del programa, Erica Tanner y su esposo Matson Tanner
¿Qué ocurre con el Dirtylicious Dance?
Dirtylicious Dance Fitness opera desde el 2019 y cuenta con al menos 60 entrenadores en todo Estados Unidos, en el Centro Recreativo de Provo ha operado desde hace tres años.
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Los propietarios del programa consideran que han intentado colaborar con la ciudad, pero solo se han topado con obstáculos.
Por otra parte, la gerente del centro recreativo, Cathy Smits, explicó que dichas clases de acondicionamiento físico están permitidas para personas de 14 años en adelante, por lo que considera que tienen la necesidad de proteger a los menores, más aún cuando hay grabaciones y publicaciones de videos.
Agregó que en esta revisión fueron identificadas estrategias de marketing que no fueron aprobadas, e incluso se usó el logotipo del centro “de forma no acorde” con las directrices de marca establecidas.
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Ante esta situación, tomó la decisión de suspender las clases, asegurando que “Esta decisión fue discutida y respaldada por un consejo asesor ciudadano”.
¿Qué consecuencias trae cancelar el Dirtylicious Dance?
Los creadores de este programa lo describen como “empoderador”, en especial para las mujeres. La eliminación ha generado debate en la comunidad sobre cuáles son los límites que deben aceptarse en cuanto a la recreación; asimismo, sobre la influencia religiosa en los programas públicos, ya que Provo tiene muchos seguidores de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, históricamente conocidos como mormones.
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Esto se debe a que Provo fue fundada por pioneros mormones en el siglo XIX y es el segundo asentamiento más grande de mormones fuera de Salt Lake City. En 2019, la población estaba afiliada a la iglesia.
Aunque no está claro si la religión ha influido en el código moral de la ciudad, las creencias de la fe promueven la modestia, especialmente entre las mujeres.
Con el Dirtylicious Dance Fitness, los creadores esperan que los participantes aprendan una rutina de 30 segundos. Sin embargo, la clase emplea movimientos parecidos a los de otras clases como el Zumba.
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