Las aerolíneas panameñas Copa Airlines y Wingo, así como la colombiana Satena y la estatal Boliviana de Aviación cancelaron sus vuelos hacia y desde Venezuela tras reportar “intermitencias en señales de navegación”.
Tanto Copa Airlines como Wingo afirmaron que el miércoles se registraron “intermitencias” en una de las señales de navegación durante su vuelo hacia Caracas. Esto condujo a suspender temporalmente los vuelos desde y hacia esta Venezuela por precaución.
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Boliviana de Aviación indicó en un comunicado este jueves 4 de diciembre que la suspensión preventiva de sus vuelos a Venezuela se decidió ante “reportes de inestabilidad en las señales de navegación informadas por otras aerolíneas que operan la ruta”.
Días antes, otras ocho aerolíneas internacionales cancelaron temporalmente sus operaciones luego de una alerta de la Federal Aviation Administration (FAA) de Estados Unidos.
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“Se aconseja a los operadores ejercer precaución al operar en la Región de Información de Vuelo de Maiquetía (SVZM FIR) a todas las altitudes debido al empeoramiento de la situación de seguridad y a la incrementada actividad militar en o alrededor de Venezuela”, indica el aviso divulgado el 21 de noviembre.
“Las amenazas podrían representar un riesgo potencial para las aeronaves a todas las altitudes, incluyendo durante el sobrevuelo, las fases de llegada y salida del vuelo, y/o los aeropuertos y las aeronaves en tierra”, añadió la NOTAM, como se denomina a este tipo de avisos.
Estados Unidos ha desplegado aviones de inteligencia, buques de guerra y recientemente instaló un radar de vigilancia en Trinidad y Tobago, alegando que busca frenar el narcotráfico.
Caracas, en cambio, denuncia que se trata de una amenaza militar para derrocar al presidente Nicolás Maduro.
En medio del despliegue militar estadounidense Venezuela ha denunciado en varias oportunidades que aviones de inteligencia han sobrevolado cerca de las costas de ese país.
La navegación aérea depende de señales invisibles
Pero, ¿Qué significa que haya “intermitencias” en la navegación aérea? ¿Y cómo se relaciona esto con movimientos militares en la región?
Los aviones modernos se guían por sistemas satelitales (como GPS) y por radioayudas instaladas en tierra.
Si esas señales se interrumpen, el piloto puede perder referencias críticas para volar con seguridad, especialmente en rutas largas o aproximaciones a aeropuertos.
Las causas pueden ser naturales —tormentas eléctricas, actividad solar intensa— o técnicas, como fallas en antenas. Sin embargo, en zonas de tensión geopolítica, hay otro factor: la guerra electrónica.
Aviones pueden sufrir consecuencias de la guerra electrónica
Es el uso del espectro electromagnético como arma incluye:
- Jamming: Bloqueo deliberado de señales, como GPS o radio.
- Spoofing: Suplantación de señales para dar coordenadas falsas.
- Interferencia colateral: Radares y sistemas militares que, por su potencia, afectan frecuencias civiles.
Estas técnicas se emplean para proteger operaciones militares o impedir que el adversario use sistemas de guía.
Pero cuando se aplican cerca de rutas comerciales, los aviones también sufren las consecuencias.
En 2017, barcos y aviones en el Mar Negro reportaron posiciones falsas, atribuidas a sistemas rusos.
En Medio Oriente, pilotos han informado pérdida total de señal GPS durante conflictos.
EUROCONTROL, la agencia europea de seguridad aérea, advierte que los incidentes de interferencia GNSS se han multiplicado más de diez veces en los últimos años.
Aumenta la densidad electromagnética en el Caribe por despliegue militar
El despliegue estadounidense incluye radares y aviones de inteligencia que pueden portar equipos de guerra electrónica.
Aunque Washington asegura que su objetivo es frenar el narcotráfico, la presencia de estas tecnologías aumenta el riesgo de interferencias colaterales en la navegación aérea.
La aviación civil depende de sistemas que no fueron diseñados para operar en entornos de guerra electrónica.
Si las señales fallan, los pilotos deben recurrir a métodos tradicionales, aumentando la carga de trabajo y el riesgo de incidentes.
Las “intermitencias” son parte de un fenómeno global donde la seguridad aérea se ve afectada por tensiones militares y el uso estratégico del espectro electromagnético.
El despliegue de radares de vigilancia, aviones ISR y buques de guerra en el Caribe aumenta la densidad electromagnética.
Además, si activan inhibidores GNSS para fines militares como defensa contra drones o armas guiadas, los efectos colaterales pueden alcanzar aeronaves a más de 250 millas náuticas, incluso fuera del espacio aéreo inmediato. (I)