Una mujer y su esposo decidieron mudarse a una casa de tres habitaciones en Dallas en el año 2021.

Era un lugar que ella describía como “una belleza moderna de mediados de siglo” y a la que la pareja llamó su “casa para siempre”, pero en la actualidad la estaban cambiando por un apartamento de una habitación en Nueva York, reseña Business Insider.

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Foto: Pixabay.

Parecía una buena decisión, pero terminó siendo un error

No se trataba de una mudanza común, ya que la mujer estaba convencida de que era el trabajo de sus sueños como editora sénior en una prestigiosa marca de medios: “El tipo de puestos que me hacía sentir que cada trasnochada, cada pasantía mal pagada y cada contratiempo profesional valían la pena”.

Pese a que echarían de menos la vida que construyeron en Texas, ambos se sintieron entusiasmados por la aventura de vivir en la gran manzana; sin embargo, después de un par de semanas, la pareja empezó a sentirse tensa, pues su casa era diminuta, el alquiler era más elevado que la hipoteca en Dallas y la ciudad era muy solitaria.

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Un año después de haberse mudado, la mujer estaba desempleada, viviendo en una ciudad que significaba un costo elevado y preguntándose si había cometido el mayor error de su carrera y su relación.

“Desde el principio, noté algunas grietas en mi fantasía neoyorquina”, explicó, al tiempo que recordó que su viaje de Queens a Manhattan era largo y sus viajes en tren a menudo solían ser lentos y llenos de gente. El costo de vida en Nueva York le pareció mucho más elevado que el de Texas en cuanto a la compra de comestibles.

El arrepentimiento llegó

“Empecé a pensar en lo que habíamos renunciado: las tardes tranquilas en nuestro patio, las visitas de amigos y familiares para charlar un rato, y la comodidad de saber que teníamos una red sólida de apoyo siempre que necesitábamos algo”, aseguró.

Contó que en Dallas sus fines de semana eran espaciosos y tranquilos, mientras que en Nueva York eran ruidosos y caros. “Incluso nuestros perros, que habían cambiado un patio trasero por unos pocos metros cuadrados de acera, parecían inquietos”, lamentó.

Pese a todo eso, trató de disipar sus dudas y continuar, pero todo cambió cuando el perro de la pareja murió y despidieron a la mujer; en ese momento cayeron en cuenta de que cometieron un error.

La mujer se enteró de la muerte de su mascota estando de visita en su ciudad natal cuando se dirigía a ver a su mamá, que se había sometido recientemente a una cirugía. Entonces su esposo la llamó y le contó, lo que le produjo un ataque de pánico mientras viajaba en Uber del aeropuerto al hospital.

Eso ocurrió a los cinco meses de haberse mudado a Nueva York y un mes después su puesto de trabajo fue eliminado, lo que la hizo vivir un duelo, desempleo y un alquiler que su esposo no podía pagar solo.

Todo eso llevó a la mujer a sentirse desorientada y cuestionando las decisiones que la llevaron a ella y a su esposo a dejar su antiguo hogar: “Me di cuenta de que habíamos dejado atrás una vida que amábamos por algo que podía desvanecerse en un instante, y así fue”.

Decidieron volver a Texas, y aunque considera que viajar a Nueva York fue un error, asegura que lo volvería a cometer.

De acuerdo al portal Apartamentos, en promedio, en Dallas los alquileres pueden ser hasta un 59% más económicos que en Queens, mientras que el costo general de vida es más bajo un 32,9% en la ciudad texana que en la neoyorquina.

(I)

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