Jillian Bowman de 52 años: “Dejé de teñirme las canas, las personas son más amables conmigo, pero no consigo empleo”

Actualmente son muchas las mujeres que se inclinan por dejar de teñirse las canas como un modo de liber ación . Sin embargo, esa decisión puede traer efectos negativos desde el punto de vista laboral, ya que las canas no son tan bien vistas en muchos sectores. De hecho, un análisis económico realizado en 2017 encontró que hay “pruebas sólidas de discriminación por edad en la contratación de mujeres mayores , en especial aquellas que se acercan a la edad de jubilación”. La razón es porque “la apariencia física es más importante en las mujeres que en los hombres”. Jillian Bowman, de 52 años, comienza su relato explicando que empezó a teñirse el cabello a los 17 años. Luego, en pandemia, tomó la decisión de dejarse las canas , algo que le aterró pero que al mismo tiempo la hacía sentirse orgullosa.A pesar de que le encantaba su nuevo look, al salir luciendo su cabello gris notó que cambió drásticamente la manera en la que la trataban: la gente era más amable con ella, le daban el trato que se le da a una anciana, reseña Business Insider . Esa amabilidad cambió cuando acudió a una entrevista de trabajo y la gente la trató de manera despectiva, pues no le hacían las preguntas que alguien haría si realmente quisieran contratarla . Esto la hizo disminuir el ritmo en las entrevistas, ya que le preguntaban sobre cosas de hace 10 años en vez de su sector, que es la arquitectura y los agentes de IA.Agregó que, aunque su trayectoria es ecléctica, siempre siguió la misma línea de marketing, crecimiento empresarial y gestión del cambio . Aunque ha trabajado por contrato desde 2014 y por su cuenta, en los últimos tres años ha buscado sin éxito un puesto más estable y a tiempo completo.“Después de dejar de teñirme el pelo, prácticamente desistí de intentar conseguir trabajo”, pues aunque admite que le encantaría tener un trabajo a tiempo completo, no desea teñirse el pelo solo para pasar la entrevista. (I)

Jillian Bowman de 52 años: “Dejé de teñirme las canas, las personas son más amables conmigo, pero no consigo empleo”

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