Jeff Mayernik sufrió varios infartos y se sentía al límite. Sandra también estaba cansada de la vida en Estados Unidos y las enormes cargas económicas que esta conlleva.
Luego de meditarlo mucho, esta pareja de jubilados que vivía en Oregon, decidió dar un giro radical a su vida tras años de estrés y gastos crecientes.
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Con carreras exitosas en bienes raíces y una casa de ensueño en las montañas, el cansancio y los problemas de salud los llevaron a replantearse su futuro.
En 2023, vendieron todo para iniciar una jubilación itinerante fuera de Estados Unidos. Empacaron todo y dieron un giro a sus vidas.
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Según Business Insider, desde entonces han recorrido una docena de países, entre ellos Panamá, Portugal y España, hasta establecerse en Albania, donde residen actualmente en Saranda, tras pasar por Durrës y Pogradec.
“Fue un instinto, sentimos que este lugar era bueno para nosotros”, contó Sandra, de 62 años.
Entre las desventajas de migrar: “Hay una falta de conexión cara a cara”
La decisión les ha traído beneficios claros: menor costo de vida, menos estrés y la posibilidad de disfrutar de paisajes mediterráneos sin las presiones financieras que enfrentaban en Estados Unidos.
Sin embargo, no todo es perfecto. La distancia con familiares y amigos pesa. “Hay una falta de conexión cara a cara”, admite Jeff, también de 62 años.
Extrañan actividades cotidianas como pescar con las hermanas de Sandra y participar en la vida diaria de sus hijos y nietos.
Libertad financiera y aprender a vivir con menos
Entre los pros destacan la libertad financiera y la oportunidad de explorar nuevas culturas.
Entre los contras, la soledad y el reto de adaptarse a sistemas distintos, desde la atención médica hasta el idioma.
Aun así, la pareja asegura que la experiencia les ha permitido recuperar calidad de vida y redefinir lo que significa “jubilarse”: menos acumulación de bienes y más tiempo para vivir.
Su historia refleja una tendencia creciente entre estadounidenses que buscan en Europa una alternativa más asequible y tranquila para sus años dorados. Esto puede implicar sacrificios emocionales y logísticos, pero la mayoría de los casos vale la pena. (I)