Con el paso del tiempo, la innovación tecnológica y el cambio en el panorama financiero mundial, hay quienes han decidido dar un paso adelante y cambiar de estrategia. Tal es el caso de los estadounidenses adinerados, quienes estadísticamente han evidenciado su desapego con la idea de guardar dinero en la banca tradicional.
Estudios recientes del Instituto de Salud Financiera y Creación de Riqueza de JPMorgan Chase revelaron que los saldos se han mantenido estáticos en los bancos durante unos dos años. Guardar el capital en cuentas corrientes y de ahorros podría no ser una alternativa lo suficientemente atractiva en un escenario de ventas bajas, gastos elevados y una inflación desmedida.
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En consecuencia, los hogares de altos ingresos han mostrado una disminución de sus saldos bancarios, llegando a -2% en el último trimestre de 2025.
¿Cuál es el nuevo destino financiero de los estadounidenses?
Los estadounidenses de mayor poder adquisitivo han decidido apostar por opciones de mayor rendimiento económico para guardar su dinero. Algunas de las más comunes son los fondos del mercado monetario, cuentas de corretaje y certificados de depósito.
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En cualquiera de estas alternativas se ofrecen tasas de interés más altas, tasa garantizada por adelantado, inversión en valores de bajo riesgo, acciones, fondo cotizado o fondos mutuos para rentabilidad a largo plazo.
Especialistas refieren que la elección de la alternativa ideal depende de algunos factores fundamentales. Se debe evaluar cuál es la finalidad de los fondos, si el inversor podría tener necesidad de liquidez y cuál es su tolerancia al riesgo.
Hay productos financieros adaptables a cada requerimiento, pero es de suma importancia estudiarlos y tener asesoría financiera para evitar pérdidas por reclamos anticipados, desconocimiento de las condiciones o penalizaciones.