Donostia-San Sebastián, que se encuentra en el histórico País Vasco español, es considerada desde hace tiempo como una de las ciudades más atractivas del mundo.

Esto se debe, entre otras cosas, a que cuenta con algunas de las playas más hermosas de Europa -entre ellas la playa de La Concha-, una gastronomía reconocida en todo el mundo y una impresionante arquitectura, explica el portal web de Donostia-San Sebastián.

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Su población es muy reducida, de hecho, no llega a los 200.000 habitantes. Todas estas características la mostraron como el refugio perfecto para aquellos turistas interesados.

Dorostia- San Sebastián es una ciudad muy conocida | Foto: Pexels

No es tan paradisiaca

Una mujer emprendió un viaje hacia esta ciudad española junto a su esposo y tenían prevista una estadía de un mes; sin embargo, San Sebastián no cumplió con sus expectativas y decidieron acortar el tiempo allí.

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De acuerdo a un artículo en Business Isider, la mujer explicó que “la ciudad era preciosa” y tanto ella como su esposo disfrutaron del viaje. Entonces, ¿qué pasó?

La pareja reservó una estancia de 31 días en un Airbnb que se encontraba a dos minutos a pie de la playa La Concha y su reconocido paseo marítimo.

También estaban cerca del casco antiguo, las calles adoquinadas, la arquitectura histórica y los innumerables bares pintxos. Todo esto hacía que el viaje fuera fascinante con muchas cosas por explorar, por lo que no tardaron en recorrer distintos lugares.

Pese a todo eso, al pasar cuatro días, la pareja sentía que ya no tenían mucho por hacer en el lugar y eso les hizo pensar que cometieron un error al alquilar un apartamento durante todo el mes.

Con la esperanza de disipar esas dudas, ambos decidieron reservar un tour en autobús por la ciudad e hicieron una excursión de un día a Bilbao, que es una ciudad portuaria más grande a aproximadamente una hora y 20 minutos de San Sebastián en Autobús, pero aún así no encontraron razones para quedarse.

Otra situación que les resultó decepcionante fue que, pese a que tienen claro que se trata de un destino turístico reconocido, había más turistas de los que esperado, esta situación los hizo enfrentarse a multitudes para poder ingresar a cualquier espacio e hizo imposible encontrar un buen sitio en la playa.

Por otra parte, la gastronomía tampoco les pareció tan atractiva, pues tanto la mujer como su esposo hacen una dieta en mayor parte vegana, lo que no les permitió disfrutar de la mayor parte de los platillos que le dan fama a San Sebastián. En cambio tuvieron que comer pintxos en exceso.

Pese a todo esto, la pareja no se arrepiente de la experiencia, pues a su parecer sigue siendo un lugar encantador, solo consideró que el verano no fue la mejor estación para visitarlo.

Solamente duraron 10 días en el lugar, decidieron hacer sus maletas y regresar a París. La empresa no les reembolsó los días que no usaron en el Airbnb, por lo que perdieron miles de dólares, pero creen que su decisión valió la pena.

(I)

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