El mundo de la energía nuclear es desconocido para la mayoría, pero los recientes acontecimientos marcados por ataques de Israel y de Estados Unidos a complejos nucleares de Irán pusieron de relieve el tema.
Tanto Israel como Estados Unidos señalan que Irán enriquece uranio para la fabricación de armas nucleares, algo que la república islámica ha negado.
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De acuerdo con Irán Watch, un sitio web del Proyecto de Wisconsin sobre el Control de Armas Nucleares, “Irán posee miles de centrifugadoras de gas” usadas para enriquecer uranio, un proceso mediante el cual se separan los “isótopos de uranio aptos para combustible nuclear”.
Esta organización señala que “Irán ha desarrollado y desplegado modelos de centrífugas que pueden enriquecer mayores cantidades de uranio con menos máquinas que su diseño original IR-1″.
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Qué pasa con las centrifugadoras y el Uranio-235
Anna Erickson, profesora de Ingeniería nuclear y radiológica del Instituto de Tecnología de Georgia explica las razones que marcaron el ataque estadounidense a tres instalaciones nucleares iraníes donde operan centrifugadoras, como se conoce a esos tubos metálicos que hemos podido ver en algunas imágenes de centrales nucleares.
Aproximadamente un tercio de las centrifugadoras ubicadas en los lugares atacados el 21 de junio por Estados Unidos son IR-1. “Antes del ataque de las fuerzas estadounidenses, Irán operaba cerca de 7.000 centrifugadoras IR-1″, estima esta ingeniera nuclear basada en cifras del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Luego de este modelo Irán ha venido incorporando centrifugadoras con mayor capacidad para enriquecer uranio en menos tiempo.
Ejemplo de ello, prosigue Erickson, son las IR-2m, IR-4 e IR-6. “Comparar la IR-1 con los diseños más recientes es como comparar un carrito de golf con los vehículos eléctricos más modernos en términos de autonomía y carga útil”, ilustra.
Antes de los bombardeos de Israel y Estados Unidos, Irán operaba 6.500 centrifugadoras IR-2m, cerca de 4.000 IR-4 y más de 3.000 IR-6, de acuerdo con el OIEA.
Erickson indica que cada centrifugadora modelo IR-1 produce aproximadamente 0,8 unidades de trabajo de separación (UTD). “Para poner esto en perspectiva, una centrifugadora produciría aproximadamente 0,2 onzas (6 gramos) de uranio-235 enriquecido al 60 % al año”.
“El uranio apto para armas nucleares se define generalmente como 90 % de U-235″, explica Irán Watch.
Nuevas centrifugadoras, más uranio enriquecido
“Un arma típica de uranio requiere 25 kilogramos (55 libras) de uranio enriquecido al 90%”. “Para alcanzar el nivel de grado belico, una sola centrifugadora IR-1 produciría solo 4 gramos (0,14 onzas) al año”, apunta esta ingeniera nuclear.
Pero, resulta que las centrifugadoras más recientes de Irán, conocidas como IR-9, “pueden alcanzar 50 unidades de trabajo de separación al año”, con lo que aumenta “el riesgo de proliferación de armas nucleares”.
Con la centrifugadora IR-9 se “reduce el tiempo necesario para producir uranio altamente enriquecido para fines armamentísticos de meses a semanas”. Además son más pequeñas y necesitan menos energía para operar.
No obstante, “el Organismo Internacional de Energía Atómica informa que solo existe una en laboratorios de pruebas, y no hay evidencia de que Irán las haya desplegado ampliamente. Sin embargo, es posible que haya más ocultas”, subraya Erickson.
Uranio suficiente para 10 bombas atómicas
Los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) han indicado inventarios de unos 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60%. Esto antes del inicio de los ataques israelíes el pasado 13 de junio.
“Esto es suficiente para fabricar 10 armas. Las centrifugadoras más modernas (IR-2m, IR-4 e IR-6) necesitarían poco más de ocho meses para producir esa cantidad”, agrega Erickson.
Luego de los ataques perpetrados por Israel y Estados Unidos, Irán anunció el retiro de los expertos del OIEA, lo que a decir del organismo “ha tenido consecuencias negativas para la capacidad del Organismo de garantizar el carácter pacífico del programa nuclear iraní”.
Aunque tanto Israel como Estados Unidos celebran los alcances de los ataques para contener el programa nuclear iraní es complicado determinar los efectos reales de esta acción bélica más allá de demorar la producción de uranio enriquecido unos meses o quizá dos años.
Dicho esto, Erickson considera que “un método más fiable para impedir que Irán logre sus objetivos nucleares sería que prevalecieran la diplomacia y la cooperación”. (I)