A Ian Carter, un hombre de 33 años, lo despidieron el 13 de mayo de su cargo como gerente de programas técnicos en Microsoft. El aviso le llegó por correo electrónico cuando almorzaba.

Explicó a Business Insider que, aunque con la inesperada noticia pensó que el despido tenía que ver con una posible falla de su parte, luego cayó en cuenta de que se trataba de una simple decisión empresarial, y que no importaba si se era excelente o no, todos los empleados corrían riesgo.

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Al momento de ser despedido, se encontraba de baja médica por un problema de salud, pero planeaba volver a trabajar en los siguientes días. Recibió su último sueldo a mediados de julio, luego una indemnización por despido.

Mientras pasaba por toda esa situación, seguía en la búsqueda de un nuevo empleo; sin embargo, cinco meses después, su situación de desempleado no ha cambiado.

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Compartió su historia en LinkedIn y el post obtuvo más de 115.000 impresiones, le llegaron mensajes de reclutadores sobre oportunidades y consiguió entrevistas en empresas como Disney y Nintendo, pero nada se concretó.

Hasta el momento ha pagado sus facturas con sus ahorros y alquilando su apartamento de una habitación con un contrato mensual de unos 2.700 dólares, mientras sigue en la búsqueda de un nuevo empleo.

Agrega que su contrato de arrendamiento culmina el 20 de octubre, por lo que, si no consigue una oferta de trabajo para ese momento, prevé mudarse con su familia a Florida para ahorrar dinero hasta encontrar trabajo.

Foto: Unsplash

Un mercado laboral desalentador

En los últimos años, han sido muchas las personas que han sido despedidas tanto por Microsoft como por otras grandes empresas tecnológicas. Para el hombre, esto se debe a dos factores: la sobrecontratación en la pandemia y las grandes inversiones en IA.

Independientemente de la razón, encontrar trabajo en el sector tecnológico ha resultado cuesta arriba para los profesionales de esta área.

(I)

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