El fotógrafo Shaaz Jung llevaba una hora siguiendo al gigantesco elefante macho a través de la bruma matutina de los bosques del sur de India cuando sucedió algo mágico. Un pequeño pájaro miná se posó en la punta del colmillo del paquidermo y ambos se miraron fijamente, como si mantuvieran una conversación silenciosa que solo ellos podían entender.