En Yukón, Canadá hay una importante falla que se ha mantenido inactiva por al menos 12.000 años y que tiene la capacidad de causar terremotos de al menos 7,5 grados, sugiere una nueva investigación.
El artículo, que fue publicado en julio en la revista Geophysical Research Letters, explica que la tensión acumulada durante los últimos 2,6 millones de años en la falla de Tintina puede hacer que se produzca un gran terremoto en el lapso de una vida humana. Este hallazgo puede obligar a los expertos a reconsiderar el peligro sísmico en la región.
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¿Qué trascendencia puede tener este posible terremoto?
Este terremoto de magnitud 7,5 puede amenazar a algunas pequeñas comunidades en Yukón. La falla de Tintina ha mantenido inactiva desde antes del fin de la última glaciación, por lo que es posible que se produzca un movimiento telúrico de tal magnitud.
“Grandes fallas antiguas como esta pueden permanecer como zonas débiles en la corteza terrestre y luego concentrar la tensión tectónica continua”, explicó a Live Science Theron Finley, geocientífico que realizó la investigación mientras cursaba su doctorado en la Universidad de Victoria, Canadá.
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¿Qué tan grande es la falla de Tintina?
La falla de Tintina abarca más de 1.000 kilómetros de longitud y se expande desde el noreste de la Columbia Británica, atraviesa Yukón y alcanza Alaska. En su extremo sur, se conecta con la falla de la Fosa de las Montañas Rocosas, que crea un gran valle que se extiende por el sur de Canadá y el norte de Montana.
Durante el Euceno, que se produjo hace cuarenta millones de años, un lado de la falla de la Tintina se deslizó 430 km contra el otro a una velocidad de 13 kilómetros anuales. En la actualidad, la falla parece más tranquila, con pequeños sismos ocasionales de magnitud de entre 3 y 4 grados en algunas secciones.
No obstante, Finley recuerda que “siempre ha existido la duda de si aún está algo activo o si la tensión sigue acumulándose a un ritmo más lento”.
Los científicos usaron datos satelitales de alta resolución e imágenes lidar del Yukón para buscar indicios de terremotos antiguos en la superficie.
Encontraron que a lo largo de 2,6 millones de años, los lados de la falla se desplazaron unos 1.000 metros entre sí. En los últimos 136.000 años, los lados opuestos de la falla se desplazaron unos 75 metros.
Consideran que es probable que se hayan tenido que producir cientos de terremotos para acumular todo ese movimiento, que se traduce entre 0,2 y 0,8 mm (0,008 y 0,03 pulgadas) anuales.
El estudio finalmente determinó que la falla no ha sufrido un gran terremoto que rompiera la superficie del suelo por al menos 12.000 años. Por lo que se estima que acumuló unos 6 metros de tensión acumulada, un movimiento que todavía no se ha liberado en un terremoto.
La falla posiblemente se fractura a una tensión de entre 1 y 10 metros, señaló Finley, por lo que ya está en el rango en el que normalmente se fracturaría; sin embargo, “podrían pasar miles de años antes de que alcance el umbral de ruptura, pero no lo sabemos y es muy difícil predecirlo”, aclaró.
(I)