Un nuevo avión podría convertirse en un hangar volador capaz de tragarse escuadrones completos de cazas F-35 o una docena de helicópteros Apache de una sola vez. La empresa estadounidense Radia acaba de confirmar que desarrollará el WindRunner, un carguero militar que promete ser el más grande jamás construido.
Con siete veces el volumen interno del actual gigante C-5 Galaxy, este mastodonte de 108 metros de largo y 80 de envergadura busca llenar un vacío crítico en las capacidades de transporte aéreo de Estados Unidos y sus aliados, refiere Military Watch Magazine.
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Así será el impresionante avión WindRunner
La filosofía detrás del WindRunner rompe con la tradición. Mientras otros cargueros se enfocan en mover el mayor peso posible, este le dará prioridad al volumen interno con más de 6 mil 800 metros cúbicos de capacidad.
Su carga máxima será de 72 mil 575 kilogramos, muy por debajo de los 130 mil del C-5 Galaxy o los 150 mil del ruso An-124.
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Esta decisión permitirá transportar sistemas completos sin desarmar, desde cuatro cazas F-16 hasta seis helicópteros Chinook, operando desde pistas no pavimentadas de mil 800 metros.
El concepto responde a las estrategias de Empleo de Combate Ágil y bases distribuidas, diseñadas para sostener operaciones lejos de las grandes instalaciones militares que los adversarios pueden atacar fácilmente.
El proyecto llega en un momento determinante para la logística occidental. El último C-5 Galaxy salió de fábrica en 1989, cuando terminó la Guerra Fría, y el comparable An-124 soviético dejó de producirse en 2004.
Hoy, el mucho menor Y-20 chino domina la producción mundial de cargueros pesados, aunque reportes indican que Beijing desarrolla algo más grande.
En el Pacífico, donde las vastas distancias y las sofisticadas capacidades chinas de interdicción complican cualquier operación logística, el WindRunner podría transformar las capacidades de transporte del bloque occidental.
Sin embargo, los serios problemas que afectan al sector aeronáutico estadounidense y la falta de programas para desarrollar cargueros grandes durante más de medio siglo plantean dudas sobre la viabilidad real del ambicioso proyecto.
(I)