Aunque el magnate Elon Musk celebre que lo logrado con su plan de ahorros en el polémico Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) sea “increíble”, el costo político le pasa factura a él y a sus empresas, siendo Tesla la que se ha visto más atacada.
Elon Musk es asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y señala sobre su trabajo en el DOGE: “No creo que ningún grupo asesor en la historia de los grupos asesores gubernamentales haya logrado más que nosotros”.
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Recortes sin apoyo
El departamento “recortó 170 mil millones de dólares en gastos desde su creación en enero, de acuerdo con su sitio web y según reseña La Nación.
La meta de Elon Musk era ahorrar US$2000 millones de millones antes del 4 de julio de 2026, sin embargo, cree que esa meta podría no alcanzarla sin apoyo legislativo.
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“Puede que no quieran eso y, en cierta medida, se opongan a ese nivel de ahorro”, opina.
Para el asesor de Trump y CEO de Tesla, “la magnitud de los ahorros depende del apoyo que recibamos del Congreso y, en general, del poder ejecutivo”, enfatiza.
Para un foro económico, celebrado en Doha, Qatar, un crítico Elon Musk dice: “No somos los dictadores del gobierno. Somos los asesores”.
Apunta: El presidente puede seguir o ignorar las recomendaciones, las decisiones finales dependen del poder político.
“Podemos aconsejar, y el progreso logrado hasta ahora, creo, es increíble”, celebra con sabor amargo en la boca.
En La Nación recuerdan que el DOGE “enfrentó restricciones judiciales que limitaron su acceso” -por ejemplo- al Departamento del Tesoro y a Administración del Seguro Social
De igual manera, exponen que un fallo de la jueza Beryl Howell “bloqueó su intento de intervenir en el Instituto de la Paz de Estados Unidos, al señalar que no es un organismo bajo control ejecutivo”.
Ataques masivos contra Musk y sus empresas
Elon Musk se sinceró sin flaqueza y denunció que a raíz de su cercanía con Trump y trabajo en el DOGE ha sido víctima de una “violencia masiva”, tanto por las campañas contra sus empresas -principalmente Tesla- y otros actos de vandalismo como incendios a automóviles de la marca.
“No soy alguien que haya cometido violencia y, sin embargo, se cometió violencia masiva contra mis empresas, se amenazó con violencia masiva contra mí (...) Así que hay que hacer algo al respecto. Y varios de ellos irán a la cárcel y se lo merecen”.
Sus palabras, destaca la agencia EFE, fueron aplaudidas por el público en Doha.
De acuerdo con esa agencia, Musk sobre su participación en la política sostiene: “Hice lo que tenía que hacerse”.
Musk señala, frente a la caída en ventas en Tesla, que Europa es su “mercado más débil”, pero defiende que la compañía automovilística “es fuerte en el resto del mundo”, algo que “el mercado de valores reconoce”, porque su capitalización bursátil supera el billón de dólares, según Musk.
Quizás para disipar rumores, Musk adelanta que se ve como el director ejecutivo de Tesla durante los próximos cinco años. (I)