Mientras la mayoría de las plantas se rinden ante el frío, el hamamelis hace exactamente lo contrario. Esta planta florece entre octubre y marzo, justo cuando el invierno mata casi todo lo demás en el jardín.
Sus flores amarillas parecen cintas delgadas y algunas variedades tienen un aroma intenso que corta el aire helado. En esos meses grises donde el patio se ve sombrío, el hamamelis aporta color y funciona como un recordatorio de que la primavera eventualmente llegará.
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Lo mejor es que sus flores duran ocho semanas o más, mucho más tiempo que la mayoría de las plantas, reseña el sitio web Garden savvy.
¿Cómo cultivar hamamelis en invierno?
El hamamelis es un arbusto grande que puede alcanzar hasta 6 metros de alto y casi 4 de ancho, dependiendo de la variedad.
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Necesita espacio para expandirse, así que al plantar hay que dejar entre 3 y 3.6 metros entre cada ejemplar.
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Funciona bien como borde de arbustos siempre que tenga suficiente lugar para crecer sin apretarse. Aunque tolera sombra parcial, requiere buena luz solar y tierra húmeda con buen drenaje.
Una vez que la planta se establece, es bastante autónoma y solo necesita agua extra si hay sequía prolongada.
Existen cuatro tipos principales de hamamelis: el americano (Hamamelis virginiana), el de Ozark (H. vernalis), el chino (H. mollis) y el japonés (H. japonica). También hay híbridos entre las variedades china y japonesa, conocidos como Hamamelis × intermedia, que producen flores más vivas y fragancias más fuertes.
Las plantas que no necesitan sol y puede crecer en cualquier espacio de la casa
La planta es increíblemente adaptable, resiste heladas y viento, y casi no tiene problemas con plagas o enfermedades. Muchos jardineros la podan justo después de que florezca para controlar su tamaño, pero más allá de eso requiere poco mantenimiento. El mejor momento para plantarla es a inicios de primavera o finales de otoño.
(I)