Scott ‘Tiburón’ McLaren ha realizado decenas de pruebas en aviones fabricados por Lockheed Martin y es especialista en el avión de combate F-35 Lightning
McLaren expone las características que convierten al F-35 en un caza de quinta generación.
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Indica que para que una aeronave sea considerada de quinta generación, debe tener entre sus características furtividad, sensores avanzados, fusión de información y conectividad en red.
“Y el F-35 tiene todo eso, en un caza de largo alcance, supersónico y altamente maniobrable”, describe.
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Estos son los tres tipos de aviones caza F-35 que existen
Existen 3 variantes del F-35: F-35A, F-35B y F-35C.
El F-35A fue diseñado para despegue y aterrizaje convencionales.
El F-35B utiliza una tecnología de ventilador de elevación para despegar en distancias cortas, realizar operaciones de flotación y aterrizar verticalmente.
El F-35C posee un ala más grande, un tren de aterrizaje reforzado y un gancho de cola especializado para permitir operaciones en portaaviones.
Cada una está diseñadas para satisfacer necesidades específicas, no obstante, todos los modelos están provistos del indispensable elemento de la furtividad.
Explica McLaren que “la furtividad describe técnicas que se usan para hacer que un avión sea menos visible en el radar”.
El diseño de las alas, el fuselaje, las colas, todo se combina con formas y geometrías muy específicas para que las reflexiones del radar puedan controlarse al máximo posible, añade ‘El Tiburón’.
Además, las armas y el combustible pueden transportarse internamente o dentro de la estructura del avión, por lo que las características de furtividad se mantienen mientras el avión sigue siendo plenamente capaz de cumplir su misión.
El caza F-35 está diseñado para detectar misiles enemigos
El F-35 tiene un avanzado conjunto de sensores integrados que se suman a las características que lo califican como un caza de quinta generación.
Este caza puede detectar amenazas como misiles, realizar seguimiento de precisión de compañeros de escuadrón y cuenta con visión nocturna y control de fuego.
“En aviones de cuarta generación, el piloto era responsable de observar y procesar la información de todos los sensores del avión y usarla para desarrollar una imagen mental única del entorno operativo”, indica este piloto.
En contraste, “el F-35 reduce la carga de trabajo del piloto al procesar esa información por él”.
Por si fuera poco, “cada casco se ajusta individualmente al piloto para garantizar que toda la información que se muestra en el visor permanezca visible durante el vuelo del avión (...) Es una realidad aumentada que coloca toda la información básica de vuelo, los datos de la fusión y la información de orientación justo donde el piloto mira”. (I)