Una factura de 45 mil dólares por gastos médicos en el extranjero puede arruinar cualquier jubilación, pero Pat Wuensche creía estar protegida. Había pagado religiosamente su seguro de viaje antes de embarcarse en una aventura de 72 días navegando en un crucero desde Los Ángeles hasta Japón, con una segunda etapa desde Singapur de regreso a casa.