Los mercados pueden ser despiadados incluso con decisiones que parecen menores. Cracker Barrel, una cadena de restaurantes y tiendas en Estados Unidos, lo experimentó de primera mano cuando sus acciones se desplomaron 7.2% tras revelar su nuevo logotipo, una decisión que borró 94 millones de dólares de su valor bursátil en una sola jornada.