Tener una nariz gigante que cuelga no parece la mejor estrategia para conquistar hembras, pero los monos narigudos lo han convertido en su arma secreta de seducción.
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Esas narices enormes funcionan como amplificadores que hacen sonar a los machos más grandes y maduros de lo que realmente son.
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Tener una nariz gigante que cuelga no parece la mejor estrategia para conquistar hembras, pero los monos narigudos lo han convertido en su arma secreta de seducción.