La pérdida de hábitat y la expansión de las áreas urbanas provoca cada vez más interacciones entre humanos y animales silvestres. En algunos casos estos contactos se vuelven tan cotidianos que pasan a ser parte del entorno, en otros la cercanía entre humanos y fauna silvestre puede generar conflictos.
Por ejemplo, los coyotes (Canis latrans) han establecido poblaciones crecientes en todas las principales áreas urbanas de América del Norte, según refiere el estudio titulado Impacts of urban heterogeneity in environmental and societal characteristics on coyote survival de Zepeda, E., Sih, A. y Schell, C.J.et al, publicado por Urban Ecosyst.
Publicidad
Los estudios sugieren que la proliferación de los coyotes se debe en parte a su capacidad para adaptarse a los riesgos propios de la vida en las grandes ciudades. Las colisiones con vehículos están entre las amenazas más recurrentes para este mamífero.
Coyotes en el Central Park de Nueva York
Fotógrafos como David Lei y su pareja, Jacqueline Emery, se han dado a la tarea de registrar a dos coyotes que viven en el Central Park de Nueva York.
Publicidad
La prensa local bautizó a esta pareja de coyotes como Romeo y Julieta debido a sus asiduas visitas nocturnas al anfiteatro a cielo abierto Delacorte, ubicado dentro del Central Park, donde suelen presentarse obras gratuitas inspiradas en Shakespeare.
Entrevistado por The Guardian, Lei señala que no hay razón para temerle a los coyotes que hacen vida en el Central Park.
“No se acercan a la gente y no les interesan los perros. Tendrías muchas más razones para temer que tu perro sea mordido por otro perro”, ilustra Lei, quien vive en Manhattan.
Se estima que en Nueva York viven unos 20 coyotes.
Los coyotes buscan sobrevivir en ambientes urbanos con recursos naturales limitados
Se calcula que en el área metropolitana de Chicago viven más de 4.000 coyotes.
Los investigadores Zepeda y Schell estudiaron al menos a 200 coyotes en Chicago con collares de rastreo para levantar información sobre sus hábitos.
“Prefieren parches de hábitat natural, pero en áreas altamente desarrolladas utilizarán hábitats perturbados que son bajos en actividad humana, por ejemplo, áreas como ferrocarriles o cementerios”, indican en un estudio divulgado por la revista Urban Ecosystems.
Estos estudios han determinado que los coyotes que viven en entornos urbanos con recursos naturales limitados, “a menudo consumen recursos antropogénicos, como basura, alimento para mascotas y semillas para pájaros, lo que puede afectar negativamente su salud”.(I)