Cuando las temperaturas bajan y la factura de la calefacción sube, muchas personas recurren a un objeto inesperado que suelen guardar en el garaje desde el verano.
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Algunas personas forran las ventanas con plástico de burbujas para retener el calor, mientras que otras usan mantas viejas o toallas para el invierno.
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Cuando las temperaturas bajan y la factura de la calefacción sube, muchas personas recurren a un objeto inesperado que suelen guardar en el garaje desde el verano.