El calor agobiante de esta semana obligó a los administradores escolares de Long Island, en Nueva York, a tomar medidas creativas para proteger a sus estudiantes.
En Walt Whitman High School, el director John Murphy reorganizó las ubicaciones de los exámenes estatales para garantizar que todos los alumnos pudieran realizar sus pruebas en espacios con aire acondicionado.
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La situación se vuelve más compleja porque los exámenes regents de Nueva York son pruebas estandarizadas que los estudiantes de secundaria deben aprobar para obtener su diploma oficial.
Deben tomarse en fechas y horarios específicos, sin posibilidad de reprogramación, lo que obliga a las escuelas a adaptarse rápidamente a las condiciones climáticas extremas, reporta Long Island News.
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Medidas extremas por el calor en Nueva York
Son varios los casos en los que los encargados escolares tienen que ingeniárselas para evitar el calor sofocante. Central Islip optó por una estrategia más drástica.
La superintendente Sharon Dungee decidió implementar jornadas de medio día durante toda la semana para reducir la exposición de los estudiantes a las altas temperaturas.
Además, la escuela distribuyó agua gratuita entre los alumnos y habilitó salones con aire acondicionado como centros de enfriamiento donde los niños podían rotar para refrescarse durante el día.
Murphy explica que su equipo monitorea constantemente los reportes meteorológicos para anticiparse a situaciones como esta y hacer los ajustes necesarios.
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En Central Islip también encontraron una forma particularmente dulce de combatir las altas temperaturas, repartieron helados gratuitos a los estudiantes. Los conductores de autobuses y todo el personal escolar también aprovecharon.
Estas medidas drásticas exponen cómo las escuelas le dan prioridad a la seguridad y el bienestar por encima de las rutinas tradicionales cuando las condiciones climáticas lo exigen.
(I)