Un piloto sentado en la cabina de un F-22 Raptor ahora puede dar órdenes a un dron de combate como si fuera su compañero de ala.

Black Hawk: el helicóptero que pilotó el secretario de Guerra de Estados Unidos usando solo una pantalla táctil

La prueba del 21 de octubre en Nevada confirmó que la tecnología funciona, un MQ-20 Avenger respondió en tiempo real a comandos enviados desde el caza usando tablets y radios definidas por software desarrolladas por L3Harris y Lockheed Martin, recoge Interesting Engineering.

Publicidad

La prueba del 21 de octubre en Nevada confirmó que la tecnología funciona. Foto: Unsplash

¿Cómo funciona el dron operado desde un F-22?

General Atomics, fabricante del dron, junto con los otros dos contratistas, logró establecer un enlace bidireccional sin restricciones propietarias, algo que el Pentágono considera clave para poder mezclar equipos de diferentes proveedores sin quedarse atado a un solo fabricante.

Estados Unidos deja claro su poder en misiones de ataque atómico: F-35 lanza una bomba nuclear inerte en Nevada

El MQ-20 es un jet autónomo construido específicamente para meterse donde ningún piloto debería arriesgarse. Vuela más alto que 50 mil pies, alcanza 400 nudos y puede permanecer en el aire más de 20 horas.

Publicidad

Lleva tres mil libras de munición de precisión en su compartimento interno y sensores de vigilancia en las alas. Su motor turbofan Pratt & Whitney le da un empuje superior a las cinco mil libras, suficiente para reposicionarse rápido si las defensas antiaéreas enemigas se activan.

Originalmente llamado Predator C cuando voló por primera vez en 2009, este dron representa una generación más veloz y sigilosa que sus predecesores de hélice.

Un jet autónomo construido específicamente para meterse donde ningún piloto debería arriesgarse. Foto: Pixabay

El Pentágono lleva años trabajando en el concepto de equipos mixtos tripulados y autónomos como parte de su visión de dominio aéreo futuro.

Estas pruebas, financiadas con fondos internos de las empresas, exploran hasta dónde se puede llegar sin poner vidas en riesgo.

La idea es que cazas como el F-22 lideren escuadrones donde algunos miembros sean máquinas capaces de entrar primero en territorio hostil, absorber ataques o recopilar información mientras el humano coordina desde una distancia más segura.

(I)

Te recomendamos estas noticias