A los 56 años, una escritora de viajes que pasó 25 años viviendo de mochila en mochila finalmente tiene un hogar propio. No es un departamento ni una casa convencional, es una minicasa sobre ruedas de apenas siete metros de largo por 2,4 de ancho que ella misma construyó.

Esta minicasa de dos pisos es una mansión en miniatura: tiene seis habitaciones, ventanas de piso a techo y una terraza

Durante ocho meses trabajó casi todos los días en el proyecto junto a su pareja de entonces, Max, un científico retirado con experiencia en carpintería.

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La relación no sobrevivió a la construcción, pero la casa sí. Hoy paga menos de la mitad del alquiler promedio de un departamento en su zona y vive sin deudas, con tiempo para caminar, escribir y trabajar de voluntaria en un huerto comunitario, reseña Business Insider .

El kit de construcción incluye todos los materiales esenciales. Foto: Freepik

¿Cómo hizo para tener su casa propia?

La decisión llegó después de años esquivando la crisis habitacional en Australia. Primero en Sídney, donde los alquileres se volvieron imposibles de costear con su ingreso irregular como freelance.

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Luego en el norte de Nueva Gales del Sur, adonde se mudó buscando rentas más baratas y volvió a quedar fuera del mercado.

A sus 50 años empezó a desear algo que siempre creyó inalcanzable como una propiedad. Pero no tenía tierra ni dinero para comprarla. Las minicasas sobre ruedas resolvieron ese problema, eran económicas, podían estacionarse en terrenos ajenos pagando una tarifa menor y promovían el estilo de vida minimalista que ya conocía de sus viajes.

A sus 50 años empezó a desear algo que siempre creyó inalcanzable. Foto: Freepik

La pandemia le dio el empujón final. Sin poder viajar por los cierres de fronteras, recibió un subsidio gubernamental y de pronto tuvo tiempo y recursos.

Tomó un taller de construcción de minicasas, leyó sobre arquitectura de espacios reducidos y encargó un tráiler. Un amigo constructor retirado supervisó los primeros meses para garantizar que todo fuera seguro estructuralmente.

Esta pequeña casa estilo cabaña no solo es acogedora y tiene mucha luz natural: ofrece dos habitaciones por menos de 10.000 dólares

Cuando se mudó en mayo de 2021, sintió por primera vez una estabilidad que nunca había conocido. Ahora desayuna mirando pájaros nativos por las ventanas abiertas y se duerme viendo las estrellas desde su cama en el altillo.

(I)

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