La situación que nunca pasó por su mente cuando alquiló su casa, en Airbnb, le reventó como pompa de jabón en la cara al recibir la factura de electricidad. Le estaban cobrando 1.500 dólares por el consumo de tres semanas.
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La mujer no aceptó la factura y elevó su reclamo. Al final, logró que los inquilinos respondieran. Ahora en su contrato está la cláusula respectiva.
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La situación que nunca pasó por su mente cuando alquiló su casa, en Airbnb, le reventó como pompa de jabón en la cara al recibir la factura de electricidad. Le estaban cobrando 1.500 dólares por el consumo de tres semanas.