Las oraciones, la ola de solidaridad con repercusión internacional y gestiones valieron la pena. Las lágrimas hoy brotan de felicidad. La niña Sofía, de 4 años y quien tiene un síndrome que la expone a riesgo vital sin el tratamiento médico, finalmente recibió el permiso humanitario que alarga su permanencia en Estados Unidos. Su madre había informado que la Administración de Donald Trump la había “invitado a la autodeportación”.