Además del resultado del enfrentamiento entre los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles, Nueva Orleans está lista este domingo para el gran espectáculo del Super Bowl, su multitud de celebridades y las probabilidades de sorpresas y drama.
La final de la liga de fútbol americano (NFL) contará con el rapero Kendrick Lamar en el show de medio tiempo, pero en las gradas brillará de nuevo la presencia de la superestrella del pop Taylor Swift, que por segundo año consecutivo acudirá al Super Bowl para alentar a su pareja, Travis Kelce, de los Chiefs.
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La artista más escuchada en Spotify (global) apareció en el estadio vestida con una chaqueta overzised y botas blancas hasta arriba de la rodilla, además de un collar cuyo pendiente es una letra T. Iba acompañada de su amiga, la cantante Ice Spice.
Los estadounidenses se han lanzado a las apuestas, no solo deportivas. Por ejemplo, Travis Kelce no solo causa expectativa por las anotaciones, sino que se especula que tras el partido propondría matrimonio a Swift o anunciaría su retiro del deporte.
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Esta última teoría ganó algo de fuerza la noche del sábado cuando medios estadounidenses reportaron que el estelar tight end de 35 años está planteándose colgar el casco en caso de alcanzar su cuarto título de campeón.
Los novios han sido perseguidos por los medios y la prensa todo el fin de semana, y parece que la espera terminó. (E)
