Subir de peso en poco tiempo rara vez es asociado con una enfermedad. Más bien se le vincula con malos hábitos alimenticios y esto fue justo lo que pensó Hannah Richards, una asistente de salud que vive en Cromer, en el condado de Norfolk, Inglaterra.
Hannah relacionó la subida de 14 kilos con las constantes salidas a comer con su novio, y en principio le restó importancia pues pensó que el romance y la sensación de bienestar que sentía no podía ser opacada por unos kilos de más.
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“Sabes cuando empiezas una nueva relación y sales mucho a comer y pides comida para llevar y te sientes cómodo”, cuenta Hannah citada por los medios británicos The Sun y metro.co.uk.
Compañero de trabajo le dijo que no era normal su cara inflamada y su espalda
Para bajar de peso retomó hábitos saludables y se propuso ir al gimnasio y a nadar, pero nada de eso funcionó, seguía engordando, especialmente en la cara y la espalda, mientras perdía masa muscular en las piernas y los brazos.
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Las alarmas se encendieron cuando un compañero de trabajo le sugirió que debía pedir una cita con su médico de cabecera, pues no era normal su cara inflamada y su espalda. Se veía muy hinchada en esas áreas.
Cuenta que debido a ese inusual sobrepeso comenzó a tener mucha dificultad para respirar y palpitaciones en el corazón. Además se sintió perdida cada vez que se miraba al espejo, sentía que no era ella.
Hannah tenía una “cara de luna” y una “protuberancia de búfalo”, como se conoce el aumento de peso en la parte superior de la espalda.
“Uno de mis colegas me dijo: ‘¿Has oído hablar del síndrome de Cushing?’. Yo no tenía ni idea”, relata Hannah.
La trabajadora de salud en efecto fue diagnosticada con el síndrome de Cushing, una condición que se produce cuando el cuerpo tiene demasiada hormona cortisol.
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¿Qué es el síndrome de Cushing?
Explica Clínica Mayo que “el exceso de cortisol puede producir algunos de los principales síntomas del síndrome de Cushing: una joroba de grasa entre los hombros, la cara redondeada y estrías de color rosado o púrpura en la piel”.
El síndrome de Cushing puede causar además presión arterial alta.
Otra secuela del síndrome de Cushing es la pérdida ósea, también llamada osteoporosis, una condición que incrementa el riesgo de fracturas.
A las complicaciones se suman infecciones graves y pérdida de masa muscular.
Los médicos sospechan que en Hannah fue causado por un tumor benigno en su glándula pituitaria. Por lo general tiene cura con tratamiento o la extirpación del tumor. (I)