Turista ruso que ha viajado por varios países descubre en Corea del Norte otro mundo: “Este quizás ha sido el viaje más inusual de mi vida entera”

Visitar Corea del Norte puede llegar a ser una de las experiencias más particulares que un turista acostumbrado a moverse a libre antojo pueda experimentar.Con una Fuerza Armada que ronda el millón de efectivos, el poder de Kim Jong-un es total. No se mueve nada en ese país sin el control del gobierno, incluso el turismo, en la actualidad fundamentalmente desde Rusia, está controlado.Filmar lugares, negocios o personas está sujeto a autorización y los guías incluso suelen borrar imágenes que puedan resultar incómodas al régimen norcoreano que busca mantener el hermetismo sobre su estilo de vida tanto como sea posible.Para comenzar el ingreso de turistas al país está estrictamente controlado por el gobierno que incluso ha dispuesto hoteles exclusivos para extranjeros. Es obligatorio que los turistas se trasladen en autobuses con guías norcoreanos , relata el bloguero ruso Stas Natanzon que llegó a Norcorea en un tren desde Rusia. Comprar en puestos callejeros o subir a taxis no está permitido para los turistas. “Nuestra guía recibía constantes llamadas de sus superiores y esta se ponía nerviosa”, relata otro documentalista que supo por primera vez sobre Corea del Norte gracias a unos amigos que la visitaron.“Nadie había grabado antes a un ciudadano nuestro en sus labores diarias, eso no está permitido por nuestros superiores tanto la señora como yo podemos estar metidas en graves problemas y eso me preocupa”, le dice una de las guías a Stas Natanzon luego que este grabó a una vendedora en un puesto de frutas.“En general me pidieron que borrara el video donde compramos frutas en un puesto, es increíble”, explica el bloguero que logró luego recuperar algunos de los materiales borrados. “Este quizás ha sido el viaje más inusual de mi vida entera, nunca habido tenido una experiencia de viaje así, sinceramente no esperaba poder ver al país así, entiendo que muchas cosas no las he podido grabar por desgracia”, apunta.Otro documentalista que logró colarse entre un grupo de turistas en 2010 franceses cuenta que en su primera noche en el hotel quiso salir a dar una vuelta nocturna y lo detuvo uno de los empleados.“Está prohibido salir del hotel por cuenta propia sin un guía oficial”, relata. Si bien dice que el tono del empleado es educado, obliga al grupo de turistas a retornar al hotel en cuyo lobby hay una enorme pintura con el líder norcoreano Kim Jong Un y su padre Kim Jong-il .“Todo el mundo sabe que eres un espía”, le responde entre risas el encargado de guiar al grupo de franceses. “Ya hemos arrestado a espías en las cercanías”. (I)

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