El Giro de Italia está regalando una semana cargada de emociones. Tras una contrarreloj marcada por la lluvia el martes 20 y una exigente jornada de montaña el miércoles 21, la Corsa Rosa ofrece un breve respiro al pelotón con una etapa llana de 172 kilómetros, una de las últimas oportunidades para los velocistas.