Aunque fue declarado con toda pompa el deporte de Ecuador “como política de Estado”, mediante decreto firmado el 18 de marzo anterior por el presidente de la República, otra vez una delegación nacional que debe competir internacionalmente se ve forzada a pedir de forma urgente los recursos financieros para viajar y establecerse en la sede de un certamen. Ya sucedió algo similar con la selección tricolor que acudió a los Juegos Bolivarianos 2022, en Valledupar, Colombia, en julio pasado.