Cada vez más apretado y cada vez más presión; el duelo por el título mundial de Fórmula 1 entre Lewis Hamilton y Max Verstappen se desplaza a Rusia, de viernes a domingo, sobre un circuito en el que Mercedes permanece invicta.

Desde que la F1 acudió a Sochi por primera vez en 2014, el británico ganó en la ciudad del sur de Rusia en cuatro ocasiones, dejando las tres victorias restantes a sus compañeros Nico Rosberg (1) y Valtteri Bottas (2).

Por lo que Verstappen, que encara esta 15ª prueba de las 22 que componen el Mundial con 5 puntos de ventaja, podría salir de la cita rusa por detrás del británico.

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Duelo dialéctico

Más aún por cuanto el neerlandés tomará la salida del Gran Premio con una sanción de tres puestos en la parrilla, después de haber sido considerado “el principal responsable” de su impresionante choque con Hamilton en la carrera precedente en Italia.

“Yo sé lo que es pelear por un primer título mundial. Para mí es la décima vez (en quince temporadas). Conozco la presión”, lanzó el séptuple campeón del mundo antes de proseguir: “Lo importante es continuar corriendo duramente pero de forma limpia. No dudo que los dos seremos profesionales y aprenderemos del pasado”.

Verstappen no tardó en responder tirando de ironía: “Estoy terriblemente nervioso, no duermo apenas, es horrible pelear por el título”. “Esos comentarios demuestran que él no me conoce, lo que es normal, yo no lo conozco realmente a él tampoco”.

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El año pasado ofreció a Red Bull su primer podio en Rusia, lo que aumenta sus esperanzas. “Estuvo genial terminar en segundo puesto porque nunca fue una pista muy favorable al equipo”, comentó Verstappen. “Este año somos más competitivos y contamos con un mejor coche, así que será interesante ver lo que podemos hacer”.

Pero el neerlandés prefiere dejar atrás ese segundo choque serio con su rival de Mercedes, que derivó en un doble abandono y sus monoplazas apilados. “Ustedes pueden pensar lo que quieran pero lo importante es ir hacia delante y seguir al ataque”, afirma.

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“No es lo ideal, está claro, pero no se ha perdido nada, así es como veo las cosas”, prosiguió. “En el Mundial quedan muchas carreras y la diferencia es escasa”.

‘Precisión láser’

Enfrente, Mercedes quiere “proseguir la serie de victorias en Rusia” pero sabe que este año “es completamente diferente y espera aún un fin de semana intenso”, asegura su patrón Toto Wolff.

El austríaco aprovechó para recordar que Hamilton, quien aspira a una victoria número 100 en F1, “lucha por el título por décima ocasión en su carrera”, mientras que su rival lo hace por vez primera, y que está concentrado “con una precisión láser en lo que debe lograr en las próximas carreras”.

Después de un año y medio de vida monacal debido al covid-19, el séptuple campeón del mundo reencontró las costumbres previas a la pandemia la semana pasada en la prestigiosa gala de caridad del Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

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El piloto de 36 años compartió mesa con jóvenes diseñadores negros, maridando su pasión por la moda con su combate por la diversidad.

Queda por conocer en qué estado se halla su cuello, dolorido hace diez días después de sufrir un contacto su casco con la rueda de Verstappen.

Otro obstáculo en el camino del británico podría ser su compañero Valtteri Bottas, al que Sochi se le da bien (una pole position, cinco podios y dos victorias, que pudieron ser tres si en 2018 no hubiera recibido la orden de dejar la victoria al líder de la escudería).

El finlandés se mostró convincente en Italia (autor de la pole pero 19º en la parrilla por una sanción, terminó finalmente tercero). Y su obediencia a Mercedes podría ser más frágil habida cuenta de que abandonará la escudería al acabar la temporada. (D)