El ecuatoriano Pervis Estupiñán registró este sábado su primera asistencia con la camiseta del AC Milan, aunque su equipo terminó sufriendo una dolorosa derrota por 2-1 ante el Cremonese.

La ausencia de Rafael Leao en el ataque, lesionado en el primer encuentro de la temporada, la primera ronda de la Copa Italia, mermó las opciones de un Milan que, pese a todo, no estuvo a la altura. El mexicano Santiago Giménez, referencia ofensiva, volvió a estar demasiado solo, demasiado aislado como referente.

Aun así se fabricó un gol que aplacó momentáneamente las malas sensaciones en San Siro. La alegría duró lo que tardó el colegiado en anular el tanto por fuera de juego. Volvieron las dudas a la grada milanista y, a la media hora de duelo, la confirmación de que al Milan le falta mucho camino por recorrer.

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Fue Baschirott el que, con su potencia física, se elevó en el corazón del área para rematar de cabeza un centro lateral y superar a Maignan. Tuvo que remar el Milan y, con Modric como director de orquesta, empezó a carburar, a hundir poco a poco al Cremonese hasta que, en una internada de Estupiñán, llegó el empate. Tocó línea de fondo el ecuatoriano y sacó un centro al segundo palo que hizo bueno Pavlovic, otro defensa, para salvar la situación.

Llegaron entonces los mejores minutos del Milan. El descanso cambió completamente la dinámica del duelo. El combinado de Allegri tomó la iniciativa, se impuso en el físico, en el dominio. Y un disparo desde fuera del área desató a la grada. Ahí empezó a creer.

Pero ahí, cuando el Milan tenía el gol de la victoria en su mano, llegó la locura de la noche en forma de chilena. Bonazzoli se armó de valor para hacer el gesto y enganchó a la perfección el centro para silenciar por completo San Siro.

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No se recompuso del golpe el Milan, incapaz ante un recién ascendido cuando Modric abandonó el campo en el minuto 74. El proyecto de Allegri, con el croata como referente, todavía tiene que asentarse. (D)