El Liverpool conquistó este domingo en Wembley la Copa de la Liga al imponerse en los penales al Chelsea, tras empatar a cero, después de que el guardameta español Kepa Arrizabalga fallara su penal en la tanda decisiva (11-10) en un enfrentamiento electrizante.
Los dos contrincantes protagonizaron un frenético choque con posibilidades para ambos lados en la primera parte. Cualquiera pudo haberse adelantado en el marcador. La más clara fue con el senegalés Sadio Mané, quien acribilló a Mendy (minuto 28), pero este logró levantarse ligeramente para desviar el esférico al tiro de esquina, después de haber rechazado otro disparo.
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Los dirigidos de Jurgen Klopp, dominaron la posesión del balón, pero los Blues ocasionaron peligro gracias a su juego vertical. Mason Mount desaprovechó una oportunidad desde el punto penal (minuto 44) tras ser asistido por el alemán Kai Havertz en la ocasión más importante.
La segunda mitad ni mucho menos defraudó a los aficionados de ambos equipos. Mount falló increíblemente ante el arquero irlandés Caoimhin Kelleher (minuto 49) al mandar el balón al palo izquierdo del portero. Las imágenes mostraron el tremendo enfado de su técnico alemán, Thomas Thuchel, golpeando con su mano derecha el suelo varias veces.
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Después, el egipcio Mohamed Salah dispuso de otra oportunidad tras un grave error en la salida de Mendy (minuto 63) con los pies, pero el norteafricano cruzó demasiado la pelota, que terminó marchándose fuera de los tres palos.
Pero el Liverpool soñó con la victoria. Alexander Arnold centró un balón que cabeceó Mané en el segundo palo para que el alemán Joel Matip marcara en la línea con su cabeza (minuto 65), jugada revisada en el VAR y por falta del holandés Virgil van Dijk sobre un defensa del Chelsea.
Hasta los últimos momentos del tiempo reglamentario Mendy salvó a su equipo de la derrota. Van Dijk cabeceó un balón que despejó con la manopla el espectacular guardameta. Aunque la última ocasión la tuvo el belga Romelu Lukaku que con un toque sutil en el área pequeña casi supera a Kelleher, también muy atento en todo el duelo.
En la prórroga, los Reds imponían el ritmo de juego, pero Lukaku pudo subir el primer tanto si no llega a estar su brazo en fuera de juego, por unos milímetros (minuto 98).
En los últimos minutos, el arquero Kepa entró por Mendy, que realizó un grandísimo encuentro, de cara a la tanda de penales.
Tras 21 lanzamientos sin fallo, Kepa lanzó con fuerza por encima del horizontal, lo que provocó el estallido de júbilo de los jugadores de Klopp.
“Estoy feliz de que la gente en estos tiempos oscuros celebre algo como esto. El Chelsea es increíblemente fuerte. Necesitábamos tener suerte”, declaró un Klopp eufórico al término del duelo. (D)