Jugar en la altura en la actualidad del fútbol ecuatoriano, ¿un mito o una ventaja?: la Tricolor vuelve a las eliminatorias en marzo próximo

Desde la decisión de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) de jugar en Quito contra Venezuela en la siguiente jornada de las eliminatorias sudamericanas se ha abierto un debate, con opiniones a favor y en contra.

La Tricolor jugará contra la Vinotinto el 21 de marzo en el estadio Rodrigo Paz Delgado.

Si bien es cierto que Ecuador ha convertido, desde el año 2000, en un fortín la capital del país, en la actualidad muchos de los jugadores que militan en el combinado nacional no están acostumbrados a jugar en la altura.

“Hemos jugado en Guayaquil, en Quito. Sacamos buenos resultados. Lo que pasa en Quito, hay que ser sinceros, lo sabe todo el Ecuador... Que ya la altura no nos favorece”, expresó el lateral izquierdo de la Tri, Pervis Estupiñán, la semana anterior.

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Estas declaraciones del jugador del Brighton son casi similares a las que dio Gonzalo Plata, otro de los seleccionados por el técnico del combinado nacional Sebastián Beccacece.

“Ningún jugador de la Selección juega en la Sierra. No solo a Venezuela le va a costar, sino a nosotros también”, afirmó el extremo para DSports.

Según un especialista, en la actualidad no es nada sencillo adaptarse a la altura de Quito y, por ende, no sería lo más recomendable jugar de local con la Tri en la Sierra, pues mermaría las capacidades no solo del rival, sino también de los ecuatorianos.

En un diálogo con diario EL UNIVERSO, el doctor Andrés Arce explicó las dificultades que tienen los seleccionados nacionales que no están acostumbrados a los 2.850 metros sobre el nivel del mar de la capital de la República, alegando que, más allá de ese aspecto, también hay que tener en cuenta otros.

‘21 días de adaptación’

Andrés Arce, quien ha trabajado en clubes profesionales, tanto en Emelec como Barcelona SC, además en el Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) y la selección de fútbol, dio su perspectiva acerca de este tópico, detallando el resto de complicaciones que tienen los deportistas que vienen a disputar encuentros en Quito.

“El impacto que puede causar la altitud muchas veces nosotros los exageramos. Entonces, en ese momento nosotros tenemos que recurrir a la ciencia y decir cuáles son los efectos fisiológicos, cuál es el rendimiento deportivo, la adaptación con cada uno de los futbolistas”, explicó el médico.

Según el galeno, son 21 días el mínimo que necesita un ecuatoriano que milita en algún club del exterior para adaptarse a este fenómeno; mientras que para el que está a nivel local son, por lo menos, de una a dos semanas.

“Siempre se juega la altitud en relación con el tiempo. Es decir, a mayor altura, mayor cantidad de tiempo de aclimatación”, aseguró.

Con base en su experiencia, no solo la altitud es una complicación que atraviesan los seleccionados: a su vez también están los cambios de horarios. El médico explicó que, por ejemplo, en su época de seleccionados Felipe Caicedo y Christian Noboa “dormían hasta la una de la tarde”, perdiendo así la sesión matutina.

Finalmente, Arce lanzó una recomendación para la FEF y afirmó que lo mejor para la Tricolor sería “jugar en la Costa”. (D)