Harry Maguire y André Onana, dos de los jugadores más criticados en el Manchester United, salvaron a los Diablos Rojos en Europa ante el Copenhague, el primero con el cabezazo del 1-0 y el guardameta parando un penalti en el último suspiro del partido.

Porque los Red Devils rozaron el bochorno una vez más en Europa y necesitaron de la cabeza de Maguire en el minuto 70 para hacer el 1-0 y de una parada salvadora de Onana en el 97, después de un infantil penalti de Scott McTominay, para seguir vivos y con posibilidades de clasificarse a los octavos de final.

Real Madrid derrota al Braga y se acerca a los octavos de final de la Champions League

Ni en el partido, en teoría, más sencillo del United en la fase de grupos sus aficionados se ahorraron el sufrimiento. La primera parte fue terrorífica, digna de estudio para Ten Hag, ya que su equipo fue inferior al Copenhague y jugó como si tuviera ya el billete a la siguiente ronda.

Publicidad

Durante 45 minutos, el United se paseó como si el partido no tuviera importancia y solo los daneses, con un tiro al palo de Diogo, demostraron tener algo más en el tanque de gasolina.

Alexis Sánchez marca la ruta de la victoria del Inter ante el RB Salzburgo por la Champions League

Tras una pitada al descanso, que apremiaba al equipo a cambiar, el United empezó a acercarse tímidamente al área de Grabara, pero el primer susto de la segunda mitad de nuevo lo dio el Copenhague.

Lerager, desde la frontal, obligó a Onana a hacer una de sus paradas más importantes desde que llegó al United. Salvó al equipo y permitió que este creciera a partir de ahí.

Publicidad

Hubo un posible penalti a Hojlund, una falta de Grabara a Rashford cuando éste se iba a solo -que el árbitro no vio- y un disparo de Eriksen junto a un palo que salvó milagrosamente el meta de los daneses.

El encuentro estaba volcado y el United necesitó que Eriksen, tras un córner, conectara con Maguire. El excapitán se elevó por encima de su marcador y conectó el cabezazo del único gol del partido. Lo celebró con rabia e hizo un corazón con las manos.

Publicidad

Pocos futbolistas lo han pasado peor en los últimos meses que el central, especialmente desde aquella horrorosa burla que le dedicaron en Escocia, y pocos parecían tan poco predestinados para ser el héroe.

André Onana tapa el penal al delantero del Copenhagen, Jordan Larsson, en los minutos de descuento del partido. Foto: EFE

El otro seguramente fuese Onana, criticado toda la temporada por sus errores y ansioso por una noche así. Con el tiempo cumplido, en un córner a favor de los daneses en el que subió hasta el portero, McTominay, intentando despejar la pelota, se llevó por delante a un jugador del Copenhague y el árbitro pitó penalti inmediatamente.

En el minuto 97, Lerager se dirigió al punto de penalti y se encontró con la estirada de Onana, que salvó los muebles y por fin saboreó un momento de gloria en Old Trafford.

Maguire y Onana permiten que el equipo inglés no se hunda en la tabla y siga en la lucha por los octavos. Es tercero, con tres puntos, a uno del Galatasary y a seis del Bayern de Múnich. El grupo lo cierra el Copenhague con una unidad. (D)

Publicidad