Se jugaban 90 minutos y el cuarto árbitro, el peruano Michael Espinoza, alzó la pancarta indicando que se jugarían ocho minutos de reposición antes del silbato final en el estadio Metropolitano de Barranquilla, en el partido por la duodécima fecha de la eliminatoria sudamericana entre Colombia y Ecuador. La Tricolor estaba haciendo su negocio: sacar un punto que le permita seguir en el tercer lugar de la tabla, un sitio que otorga cupo directo a la Copa del Mundo.