Carlos Vicente Tenorio Medina, conocido como el Demoledor, es una de las figuras más emblemáticas del fútbol ecuatoriano. Nacido el 14 de mayo de 1979 en Esmeraldas, se destacó por su potencia física, entrega y capacidad goleadora, cualidades que lo hicieron un referente tanto en la Selección como en clubes de Ecuador, Arabia Saudita, Qatar y Brasil. Más allá de los goles, Tenorio se consolidó como un líder y ejemplo de superación dentro y fuera del campo.
Tenorio debutó con la selección ecuatoriana en noviembre de 2001, en un amistoso frente a Chile, y apenas unos meses después anotó su primer gol ante Turquía. Su olfato de gol y carácter competitivo lo convirtieron rápidamente en pieza clave de la generación que llevó a Ecuador a sus primeros mundiales. En total disputó 52 partidos y anotó 12 goles, consolidándose entre los diez máximos artilleros históricos del país.
En entrevista con EL UNIVERSO, el Demoledor recordó su paso por la Selección, los mundiales que disputó y los recuerdos que le dejó la Tri.
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Carlos formó parte de la histórica generación que clasificó a Ecuador a dos mundiales consecutivos. “El 2002 fue un desconocimiento total, pero nos enseñó a competir”, recuerda Tenorio, refiriéndose al debut de Ecuador en Japón-Corea. Allí aprendió a asumir la presión y la responsabilidad de representar a su país en un torneo de primer nivel.
Alemania 2006 marcó un antes y un después. Tenorio no solo aportó goles contra Polonia y Costa Rica, sino que también ayudó a Ecuador a alcanzar los octavos de final, el mejor resultado histórico del país hasta la actualidad. “Lo que nos respalda de 2006 es que, sin tantas figuras en Europa, dijimos: vamos por esto. Teníamos un entrenador que tomaba decisiones y dirigentes que entendieron que los protagonistas son los jugadores”, asegura.
Tenorio enfatiza que la mentalidad del equipo fue clave: “En 2006 ya entendimos lo que es competir, no participar. Fuimos al primer Mundial en Japón con desconocimiento total, y al siguiente, todos los que tuvimos experiencia inyectamos a los ecuatorianos la idea de que no íbamos a defraudarlos, que íbamos a competir hasta lo último”.
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Una de las imágenes más recordadas en la memoria de Carlos Tenorio sigue siendo aquella jugada frente a Inglaterra en el Mundial de Alemania 2006 que pudo haber sido gol. “Fui protagonista, claro, era gol, pero no entró. Después vendrán muchas hipótesis, pero lo importante es que marcamos un antes y un después”, recuerda con intensidad.
Esa acción fallida le dejó una enseñanza que marcó su carrera. “¿Sabes qué pasó por mi cabeza? Esa pelota que no entró trajo tristeza a una alegría enorme que sentía todo el país, pero eso no te quita lo buen jugador, porque siempre estás expuesto a perder por un gol. Y se te vienen muchas reflexiones, porque piensas: ese debió haber sido gol”, añade Tenorio.
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El Demoledor enfatiza que la lección va más allá del resultado inmediato. “¿Y por qué debió haber sido gol? Porque se hizo todo correctamente, pero así es el fútbol. Yo no le debo nada a nadie, y el país no me debe nada; al contrario, me siento muy agradecido por el cariño que recibo cuando salgo a la calle y que me recuerden esto. Esa jugada, con sus errores y lo que no terminó como uno hubiera querido, te deja una sensación de aprendizaje y te hace valorar aún más cada momento en la cancha”.
Mentalidad de competidor
Más allá de los goles, Tenorio se destacó por inculcar disciplina y competitividad ante rivales de élite, como en el caso de Inglaterra en los octavos de final en Alemania 2006.
“Entrar a jugar pensando que te vas a encontrar con jugadores monstruos del mundo ya implica ir solo como participante a sacarte una foto. Nosotros no pensábamos en Beckham ni en nadie; nuestra misión era correr, competir y demostrar que podíamos. Después del partido vemos las imágenes que Beckham vomitó”.
A mi no me lo contaron, yo los vi en Alemania 2006. Dos máquinas goleadoras, como el Tin y Carlos Tenorio. Un volante con gol como lo era el quinito, y tremendas murallas en la defensa como el bam bam y Tenorio. Hoy en dia, idolatran al maltragado de Kendry. pic.twitter.com/guhp4UqtwG
— Jhons (@jhons_jhons) October 11, 2024
Recuerda la combinación de juventud y experiencia que fortaleció a la Tri: “Todos los ecuatorianos vibramos, celebramos, fuimos felices y también lloramos porque no queríamos que esta Selección se elimine. Los dirigentes engranaron juventud y experiencia, y todos miramos en una sola línea: la amarilla, azul y roja debía estar arriba”.
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Tenorio también insiste en cambiar la mentalidad del fútbol ecuatoriano: “Romper récords no es por ego, sino porque esta Selección tiene que pensar en llegar a semifinales y no solo clasificarse. Hoy vemos a Moisés Caicedo compitiendo en Chelsea, William Pacho en PSG, Pervis Estupiñán en Milan… compiten para clubes, pero necesitamos un proyecto que los exija competir también en Selección”.
Enseñanzas dentro y fuera del campo
El Demoledor valora las lecciones humanas que dejó su carrera: “El fútbol y la competición mundial te dejan muchas vivencias: lesiones, convivencia, conocer personas… me quedo con lo positivo. Me dejó una familia que amo, compañeros que respeto y recuerdos que guardo para siempre”.
Entre sus aprendizajes destaca la importancia de asumir responsabilidad: “Una de mis frases es ‘cero excusas’. Un dolor nunca está por encima de tu credibilidad y lo que puedes llegar a ser. Cuando un entrenador preguntaba si podía jugar, siempre respondía con el 150 %. Eso es lo que enseña el fútbol: disciplina, compromiso y competir sin miedo”.
También recuerda amistades que marcaron su camino, como la de Alejandro Castillo, jugador de Espoli en ese entonces y compañero de Selección: “Gracias al fútbol entré por la puerta grande que todos quieren y fui privilegiado por sostenerme allí. Uno no puede decir que todos son amigos, pero los que permanecen son un tesoro”.
Retiro y legado
Tras su última participación en las eliminatorias rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010, Tenorio anunció su retiro definitivo de la Selección en octubre de 2012, aunque en 2013 dijo estar disponible nuevamente cuando el director técnico Reinaldo Rueda estaba al mando de la Tri.
Su legado, sin embargo, perdura: goleador, líder y ejemplo de competitividad. Inspiró a varios jóvenes, como Moisés Caicedo, Pervis Estupiñán y Willian Pacho, que hoy brillan en Europa.
Para Tenorio, competir es más que ganar partidos o marcar goles: “El fútbol me dio amistades, experiencias y la oportunidad de representar a mi país con orgullo”. Su trayectoria enseña que la disciplina, la entrega y la mentalidad ganadora trascienden generaciones.
Carlos Tenorio, el Demoledor, ha dejado una huella imborrable en la selección ecuatoriana, no solo por sus goles, sino por las enseñanzas de disciplina, compromiso y mentalidad ganadora que transmitió a sus compañeros y a las nuevas generaciones.
Su mirada crítica sobre el fútbol ecuatoriano y su deseo de impulsar un proyecto sólido para la Tri lo han llevado a mirar más allá del terreno de juego. Con esa misma determinación que lo caracterizó como jugador, Tenorio se prepara para dar un paso hacia la dirigencia: “Voy a ser candidato en las próximas elecciones de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF)”, concluyó. (D)
























