El 20 de noviembre de 2022, Ecuador se estrenó con un triunfo contundente en el partido inaugural del Mundial de Qatar 2022, imponiéndose 2‑0 ante la selección anfitriona, Qatar, siendo la primera selección en derrotar al anfitrión en una Copa del Mundo.

El encuentro se jugó en el Al Bayt Stadium, con más de 67.000 espectadores presentes, y quedó marcado como un inicio histórico para la Tri en el torneo.

‘La gente dentro del campo va a dejar la vida por Sebastián Beccacece’, el respaldo de Gonzalo Plata para el DT de Ecuador

Los dos goles del equipo ecuatoriano fueron obra de Enner Valencia, quien abrió el marcador de penal a los 16 minutos y amplió la ventaja con un potente cabezazo al minuto 31.

Publicidad

A pesar de un gol inicial de Valencia anulado por fuera de juego tras la revisión del VAR, Ecuador mostró claridad ofensiva y efectividad en la definición, aspectos que luego se convertirían en la marca de su participación en el grupo.

Durante el partido, Valencia sufrió una lesión en la rodilla a los 43 minutos y tuvo que salir antes del final del primer tiempo, pero el equipo mantuvo la ventaja gracias a una defensa organizada y un planteamiento táctico sólido que no permitió que Qatar concretara ninguna de sus oportunidades, pese a dominar la posesión en la segunda parte.

Este triunfo histórico tuvo un valor simbólico: Ecuador no solo venció al país anfitrión, sino que además se convirtió en un ejemplo de la capacidad de la selección para aprovechar sus fortalezas ofensivas y defensivas frente a un rival directo en su casa.

Publicidad

Por el contrario, Qatar se convirtió en la primera selección anfitriona en perder su partido inaugural en la historia de los mundiales.

Ecuador ya ha asegurado su lugar en el Mundial 2026, lo que permite a la Tri planificar con tiempo su preparación y mantener la base de jugadores que se han consolidado en torneos internacionales y ligas europeas.

Publicidad

Con la clasificación asegurada y las lecciones de Qatar 2022 como referencia, el equipo ecuatoriano buscará replicar aquel equilibrio entre orden defensivo y eficacia ofensiva en el próximo gran desafío mundialista. (D)