El Mundial de Chile 1962 es recordado por ser uno de los más violentos de la historia. Aquel hecho lamentable pudo a medias ser maquillado por la magia futbolística de Brasil, que con el fútbol-espectáculo de la selección que compitió en esa Copa de la FIFA compensó la brutalidad que caracterizó a varios de los partidos de aquel torneo.