La selección femenina de Brasil volvió a demostrar por qué es la potencia más dominante del continente. Con un rendimiento impecable, una ofensiva letal y una mezcla de experiencia y juventud, la Canarinha conquistó su novena Copa América y la quinta de forma consecutiva, tras vencer a Colombia en una final inolvidable disputada en el estadio Rodrigo Paz Delgado, en Quito.