El Arsenal sudó para llevarse los tres puntos en el partido, a priori, más sencillo del calendario. Contra el colista, un Wolverhampton Wanderers que ha capturado sólo dos puntos en 16 jornadas, el equipo de Mikel Arteta necesitó dos goles en propia puerta, uno de ellos en el tiempo de prolongación, para mantener vivo su liderato.

El zaguero ecuatoriano Piero Hincapié fue titular y se mantuvo en el campo durante los 90 minutos.

Con dos tiros en el pie, uno de Sam Johnstone y otro de Yerson Mosquera, en el tiempo añadido, tres minutos después de que el Wolves hubiera empatado y soñara con rascar un empate, el Arsenal solventó una tarde de muchos nervios en el Emirates Stadium.

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Porque les visitaba el colista, a priori tres puntos garantizados, y porque el Wolves no hacía más que perder tiempo. Los pitos y abucheos eran constantes por parte de la afición ‘Gunner’, que se impacientaba con la falta de colmillo de su equipo y el autobús que plantó atrás el equipo de Rob Edwards.

Y, aun así, tuvieron que dar gracias los de Arteta de no complicarse desde el principio de partido cuando el VAR no revisó una patada en la cara de Eberechi Eze y cuando Raya salvó un contraataque de Hwang-Hee Chan, al que se le hizo de noche a la hora de definir. Eso sí, en el repliegue de esa jugada, el Arsenal sufrió la enésima lesión de la temporada. Ben White, el lateral derecho, se marchó a la media hora con un problema en los isquiotibiales.

Los ‘Gunners’ abren hueco de cinco puntos respecto al Manchester City, segundo, y de seis con el Aston Villa, tercero. Ambos, eso sí, tienen que jugar aún este fin de semana. El Wolves sigue acercándose al descenso al Championship (Segunda división inglesa) y sólo suma dos puntos tras 16 jornadas.

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La salvación queda ya a trece puntos de distancia, que pueden ser dieciséis, si Leeds United y Nottingham Forest ganan sus encuentros esta jornada. Los de Rob Edwards suman diez derrotas consecutivas entre todas las competiciones. Su último triunfo data del 23 de octubre. (D)