Jugar con la presión de poder tener la opción de pelear por un título no es fácil, pero Argentina arrancó como venía haciendo en todos los partidos, con buen ritmo con la pelota, con el 4-4-2 con De Paul por la derecha y Nico González por la izquierda y con Messi suelto, atrás de Lautaro. Moviendo de un lado a otro la pelota, Messi se escoró a la derecha, gambeteó y le tiró un centro medido a Lautaro que el del Inter cabeceó cerca del palo derecho de Ospina. Era un aviso.