En medio del conflicto por Alexander Isak, propiedad del Newcastle y atracción del Liverpool, en un partido loco, cuando el 2-2 parecía ya inamovible, surgió Rio Ngumoha, un chico de apenas 16 años, en su segundo duelo con el primer equipo rojo, para rescatar al vigente campeón de un patinazo en el minuto 100 (2-3).