Para empezar, vale aclarar que la natación en la categoría máster ya no es “diversión de un grupito de amigos”, como dijo una prepotente administradora de la Federación Deportiva del Guayas el día que nos cerró las puertas de la piscina Olímpica que nos había abierto 40 años atrás César Muñoz Vicuña, un verdadero dirigente. Hoy es una categoría más de la antes Federación Internacional de Natación Amateur (FINA), llamada desde 2022 World Aquatics.
Ella organiza o supervisa los mundiales, panamericanos y sudamericanos de la categoría máster con la misma rigurosidad con que lo hace en los torneos de alto rendimiento. Son certámenes oficiales, no “reunión festiva”, según un sujeto de moño que presidía la hoy inexistente Asociación Provincial de Natación. La llamada “nueva era” no solo nos prohibió la entrada a la piscina; también nos quitó el uso de un camerino especial, nos cerró la oficina e incautó la computadora de la Asociación de Nadadores Másters.
Publicidad
¿Qué pecado cometimos para merecer tanto odio? Ninguno. Habíamos retomado muchos años atrás nuestra vida de nadadores activos y Fedeguayas nos concedió el uso de la piscina para entrenamiento en horas que no interferían con el alto rendimiento. Luego nos facilitó un pequeño camerino y una oficina. Hasta que apareció el ogro y nos dijo con insolencia que nos fuéramos de la Olímpica. Con la arrogancia que le era propia y con un rictus de burla nos gritó: “Si quieren sesionar, ahí está la vereda”. Nos fuimos. Y allí quedaron sus adictos políticos que se apoderaron de la Asociación de Nadadores Másters del Guayas que fundamos en 1983.
A finales de la década de los años 60 surgió en Estados Unidos la preocupación por promover la salud en adultos mediante el ejercicio. Ransom J. Arthur, médico de la Marina de ese país, impulsó la idea de usar la natación como un medio de salud para adultos mayores de 25 años. Junto con John Spannuth, presidente de la Asociación de Entrenadores de Natación, comenzó a organizar la idea de un programa nacional. El 2 de mayo de 1970 se realizó el primer Campeonato Nacional Másters en Amarillo, Texas, al que asistieron unos 50 nadadores adultos.
Publicidad
Este evento marcó formalmente el inicio de la natación másters en Estados Unidos. Desde entonces se realizan campeonatos nacionales regulares en piscina corta, larga y aguas abiertas, y aumentó el número de participantes gracias al enfoque de salud, sociabilidad y competencia no profesional. El gran entusiasmo que despertó esta actividad provocó la fundación de U. S. Másters Swimming (USMS), que administra la natación máster en Estados Unidos y establece reglamentos, divisiones por edades (por quinquenios), entrenamientos y calendarios oficiales.
En los años 80 se produjo una incorporación masiva. Creció la participación en aguas abiertas, triatlón y pruebas mixtas. Actualmente, la USMS tiene más de 60.000 miembros y miles de clubes afiliados en todo EE. UU. Ya lo conté una vez y lo hago ahora. Un día llegó a Guayaquil uno de los mejores nadadores ecuatorianos de fines de los años 40 e inicio de los 50: Pedro Pablo García Flores. Él era uno de los másters en Estados Unidos y nos traía la idea.
Un amigo común, Alfredo Suárez Ramírez, me llamó al vespertino La Razón, del que era editor de Deportes, y me invitó a conversar con Pedro Pablo. Fue él quien nos transmitió la idea y sembró la semilla de la hoy internacionalmente victoriosa natación de másters. Tengo constancia documental de ello. Ahora debía empezar la tarea de convocar a exnadadores de todas las épocas e intentar que vuelvan a las piscinas. No fue fácil.
Los primeros que respondieron a mi llamado fueron Homero Suárez Santana y Samuel Rodríguez Soriano. Luego se incorporó Manuel Corcho Suárez. Lentamente fueron llegando otros que fueron pioneros en el trabajo de crear nuestra entidad y promover el primer torneo: Roberto Mosquera, Agustín Fuentes, Fausto Fuentes, Napoleón Suárez, Nelson Guzmán, Víctor Cárdenas, Santiago Arteaga, Cristóbal Viteri, Oswaldo Merino, Román Rodríguez, Vicente Contreras, Carlos Barreiro, Gustavo Medina, Virgilio Cuesta.
El optimismo elevó su temperatura cuando visitamos a Carlos Luis Grillo Gilbert, Luis la Lancha Alcívar y Elí Jojó Barreiro y aceptaron participar en cuanto se organizara el primer certamen. El 8 de octubre de 1975 —hace un poco más de medio siglo— en la piscina Olímpica antigua inauguramos el ‘Ricardo Planas Villegas’, con más de un centenar de competidores y las tribunas llenas con los familiares de los nadadores y aficionados a la natación.
La emoción llegó al máximo cuando en 50 metros libre para la categoría 65-69 años alinearon en los carriles el Grillo Gilbert, la Lancha Alcívar, Jojó Barreiro, Cristóbal Savinovich, Napoleón Suárez, Vicente Contreras y Carlos Barreiro. Alcívar venció a Gilbert por puesta de mano. A partir de ese día nuestra natación de máster no hizo más que crecer. En 1983 fundamos nuestra asociación (hoy usurpada).
Hemos organizado centenares de torneos y travesías en aguas abiertas y nos hemos incorporado al movimiento mundial con gran éxito. Vale destacar que en América Latina fuimos los primeros en organizar la natación máster.
En 1985 concurrimos por primera vez a campeonatos internacionales con una participación destacada de Roberto Mosquera Gutiérrez, medallista de bronce en el cruce del lago Ontario. Más tarde adquirimos fama mundial con Alejandro Sangster y Jorge Delgado, ganadores de medallas de oro y poseedores de récords mundiales, hasta llegar a Luis Bajaña Pérez, doble campeón mundial en Qatar 2024.
Hace poco finalizó el Sudamericano de Natación Máster en Santiago de Chile (17 al 30 de noviembre, con 1.800 participantes). En este tipo de torneos, Ecuador es considerado la primera fuerza desde hace una década, superando a Brasil y Argentina. La gran figura fue César Jiménez Lascano, campeón en 50 y 100 metros mariposa, 400 metros combinados, 200 espalda y relevo 4x100 metros libre junto a John Salmon, Armando Arce y Efraín Suárez. César ganó, además, plata en 200 combinados y relevo 4x50 metros combinados, más bronce en 4x50 libre. John Salmon le siguió en mérito al lograr oro en 50 y 100 metros mariposa y en el combinado de libre.
Ángela Bejarano obtuvo dos preseas de oro y una de plata; Yamilé Bahamonde logró la mejor marca técnica en comparación con el récord mundial. Otros medallistas fueron Zedex Fuentes, Guillermo Pincay, Eloy Marín y Armando Arce. Un éxito total de nadadores guayaquileños para una ciudad cuyo deporte está muerto hace rato.
Lo de César Jiménez es épico. Tiene un valor extraordinario porque se ha sobrepuesto a una enfermedad muy difícil. En los momentos más preocupantes, nunca dejó de nadar, de entrenar, porque tenía una competencia más exigente que la de las piscinas: la de vencer los pronósticos. Y venció. Hoy César es un triunfador panamericano y sudamericano que espera la próxima cita mundial. Contará siempre con la admiración de quienes somos sus hermanos por parte de la piscina. (O)