Toda la atención mediática está enfocada en Aaron Judge, de los Yankees de Nueva York, quien busca una hazaña: alcanzar la marca de Roger Maris de 61 jonrones en una sola temporada (máxima cifra para su club y para la Liga Americana). Además está en camino, con méritos, de ser elegido Jugador Más Valioso, porque lidera las estadísticas ofensivas; y, de terminar así, se quedará con la Triple Corona (mejor promedio, más cuadrangulares, mayor número de carreras impulsadas). Pero también había hasta la noche del viernes otro récord por caer. Y cayó. El actor de ese momento glorioso fue el dominicano Albert Pujols.

Albert Pujols se une al club de los 700 jonrones en las Grandes Ligas

Es muy buena la producción de algunos peloteros latinos en la historia de Grandes Ligas. Algunos fueron decisivos para abrir el camino para otros; llegaron hasta a hacer masiva su presencia. Era un mercado duro y hubo que romper incluso barreras raciales. Entre los más sobresalientes están el boricua Roberto Clemente, quien luchó para ganarse el respeto y lo logró no solo por nivel beisbolístico: lo consiguió por su calidad y valores humanos. Su compromiso de vida lo llevó a la muerte. Sufrió un accidente de aviación cuando en 1972 trasladaba ayuda a Nicaragua para los damnificados de un terremoto.

Clemente era seguro en el cuidado del jardín derecho de los Piratas de Pittsburgh. Tenía un certero y potente brazo que frenaba los intentos de los corredores rivales de avanzar en las bases. Era rápido en el corrido de las almohadillas y contundente con el bate.

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Martín Dihigo, cubano, no llegó a las Mayores por razones étnicas. Quienes lo vieron jugar en muchos países latinos y en las Ligas Negras de Estados Unidos destacan su versatilidad y habilidades para jugar en cualquier posición defensiva. Dominante desde la loma, fuerte en la ofensiva, las estadísticas confirman que fue notable. También brilló el venezolano Luis Aparicio, un maestro en el campo corto e iniciador de la dinastía llanera en Grandes Ligas; lucía una enorme seguridad en esa laboriosa posición.

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Otro fenómeno fue el mexicano Fernando Valenzuela, extraordinario lanzador en las décadas de los años 80 y 90, cuya popularidad con los Dodgers revolucionó a Los Ángeles con la llamada ‘Fernandomanía’. El panameño Rod Carew, siete veces campeón de bateo. El nicaragüense Dennis Martínez, que lanzó juego perfecto y por mucho tiempo fue el pitcher latino con más victorias en Grandes Ligas, hasta que lo rebasó Bartolo Colón, dominicano. El panameño Mariano Rivera, el mejor relevista de todos los tiempos. Juan Marichal, destacado lanzador dominicano elegido diez veces para ir al Juego de Estrellas y primer beisbolista de su país en ingresar al Salón de la Fama (recientemente se le unieron Pedro Martínez y David Ortiz).

Están jugando 236 beisbolistas latinos en Grandes Ligas, muchos de ellos con grandes rendimientos. Sandy Alcántara, de Miami, es candidato al premio Cy Young. Framber Valdez, de los Astros, tiene en 25 subidas a la loma 16 victorias. Miguel Cabrera, de los Tigres, aunque afectado por lesiones, sigue en racha ofensiva, y ya superó los 500 jonrones en este 2022. José Altuve, de Houston, ha disparado más cuandrangulares al comenzar un partido (11) y está a dos de empatar a Alfonso Soriano (13). Luis Arráez, de los Mellizos de Minnesota, pelea el título de mejor bateador. Y el lanzador mexicano Julio Urías, de los Dodgers, que tiene de momento 17 juegos ganados.

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El club de los 700

Pero un capítulo aparte merece la sensacional temporada de despedida del dominicano Albert Pujols, que en este 2022 regresó a los Cardenales. Con San Luis fue de visita la noche del viernes último a Los Ángeles. Ahí, en el Dodger Stadium, despachó su cuadrangular número 699 de por vida. Y en el turno siguiente pegó el esperado 700 con una bola que aterrizó en las gradas del jardín izquierdo, a 122 metros de distancia.

Y mientras Pujols realizaba el recorrido de bases recibió una prolongada ovación de los 50.041 asistentes. El dominicano jugó diez años con los Cardenales y ganó la Serie Mundial en 2006 y 2011, antes de unirse a los Angelinos, en el 2012. Ese club lo dejó libre en el torneo pasado por baja producción y por sus problemas musculares. En la segunda mitad del 2021, los Dodgers lo llevaron a sus filas. Pujols se recuperó. Y ahora, en un retorno triunfal a San Luis, consiguió unirse al grupo selecto de mayores jonroneros de todos los tiempos. Con sus 700 vuelacercas está junto a Barry Bonds (762), Hank Aaron (755) y George Babe Ruth (714).

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El dominicano Albert Pujols, de los St. Louis Cardinals. Foto: SCOTT ROVAK

El dominicano, de 42 años, se anticipó a decir al inicio de la campaña que, independientemente de alcanzar o no los 700 batazos de vuelta entera, se retiraría. Seguirá solo hasta los playoffs, que están a punto de empezar. Su hoja de vida es sobresaliente: doble campeón de Serie Mundial, Novato del Año en el 2001, once veces en el Juego de Estrellas, campeón de bateo en 2003, tres ocasiones MVP de la Nacional, ganador del trofeo Roberto Clemente por su contribución a la comunidad y toca la puerta del Salón de la Fama. (O)