Hablar de Luis, el Chino, Gómez es recorrer algunos de los pasajes más vibrantes de la historia de Barcelona Sporting Club. Campeón nacional en 1995 y 1997, elegido en el once ideal del campeonato ecuatoriano en su época de esplendor, y autor del inolvidable gol -a Macará, en el Bellavista- que salvó al ídolo del astillero del descenso en el dramático año 2000, Gómez encarna la resiliencia y el amor por una camiseta.