El suicidio del uruguayo Santiago García, encontrado el sábado 6 de febrero sin vida en su departamento ubicado en Mendoza, ha causado conmoción en el mundo del fútbol. El Morro tenía 30 años y se encontraba con tratamiento psiquiátrico debido a un cuadro de depresión.

Este suceso hace recordar casos similares, en donde los jugadores, por la misma u otra razón decidieron quitarse la vida.

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Sandor Kocsis

Conocido también como Cabeza de oro por su gran habilidad de marcar goles con la testa. El húngaro se destacó en el Budapest Honved Football Club y pudo obtener con Hungría la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.

Sus mejores momentos llegaron en el FC Barcelona, club con el que ganó dos ligas, dos copas y llegó a la final de la Copa de Europa (hoy Champions League), que perdió ante el Benfica de Eusebio.

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Kocssis murió a los 49 años, según dicen, se encontraba hospitalizado de un problema en el estómago, y por causas extrañas, decidió saltar por una ventana.

Ramiro Castillo

Chocolatin Castillo fue uno de los primeros bolivianos en destacarse en el fútbol argentino. Entre los clubes más importantes de su carrera están: River Plate, Rosario Central, The Strongest y Bolívar.

Antes de disputar la final de la Copa América de 1997 ante Brasil, le dijeron que su hijo había sido hospitalizado por hepatitis. Dos días después falleció el niño. Castillo entró en una profunda depresión y a pesar del apoyo de amigos y colegas para superar la situación no pudo lograrlo.

Así decidió quitarse la vida un 18 de octubre de 1997. Se ahorcó con una corbata, cuando estaba en su casa de Achumani, al sur de La Paz.

Matías Sindelar

Fue apodado como el Mozart del fútbol por su elegancia en el juego. A los 15 años el austriaco fichó por el Hertha Viena y lo guio a la conquista de tres Copas de Austria en sus primeras temporadas en el club.

Debido a la anexión de Austria a los Nazi, algunos jugadores austriacos se vieron obligados a representar a Alemania, entre ellos Sindelar.

En un partido amistoso entre los austriacos que jugarían por Alemania, Sindelar marcó el 2-0 y en lugar de saludar a Hitler decidió festejar haciendo una danza donde mostraba su repudio a los Nazi. Aquel fue su último partido.

El 23 de enero de 1939 apareció muerto en su cama por una "intoxicación por dióxido de carbono". Este deceso siempre será un misterio si fue por decisión propia o si los nazi fueron los autores.

Luis Alberto Ibarra

El portero argentino debutó en Atlético Tucumán. En la temporada 1993 jugó en el The Strongest de Bolivia, fue campeón y para la siguiente campaña llegó hasta los octavos de final en la Copa Libertadores.

El 20 de septiembre de 1998 pidió permiso al técnico de Tigres, club en el que militaba en aquel entonces, para abandonar la concentración por motivos personales. El guardameta llegó a su casa, estranguló a su mujer y luego se tiró desde la terraza del edificio en el que vivía.

Yovana Riveros Bargas, esposa de Ibarra, días atrás había perdido un embarazo. De acuerdo con la policía, el futbolista, luego de asesinar a su mujer, se llevó a sus hijos de 1 y 3 años hasta la portería del edificio para luego suicidarse.

Robert Enke

Era una de las promesas en el arco de Alemania. Jugó en Borussia Mönchengladbach, luego pasó al Benfica donde tuvo sus mejores actuaciones y en 2002 llegó al FC Barcelona. Sufría de depresión, su paso por el club catalán no fue bueno y fue relegado solo para jugar la Copa del Rey.

Enke, que había reencontrado el nivel tras regresar al fútbol de su país en el Hannover, perdió a su hija de apenas dos años en el 2006. El 10 de noviembre del 2009, el alemán de 32 años decidió arrojarse a las vías de un tren en movimiento.

(D)