En nuestro país hemos seguido desde muchos años la masificación del balompié femenino. En su escala de desarrollo tiene mérito el emprendimiento de Diario EL UNIVERSO con los Interbarriales, en donde surgieron talentosas jugadoras, que en su mayoría vistieron la camiseta de la Tricolor. Así lo ratifica Wendy Villón, quien fue una estrella en tales campeonatos y ahora es entrenadora de El Nacional.

Los resultados no han sido halagadores a nivel de equipos y selecciones en lo internacional. ¿Por qué? Faltan programas serios de competencias escolares, colegiales y universitarias; en esos centros de estudio surgen figuras que irán a los clubes.

Las asociaciones y las federaciones provinciales, la Superliga deben planificar torneos por categorías. Si trazamos este mapa organizativo y otorgándole a las deportistas consideradas profesionales un buen sueldo, afiliación, cuerpos técnicos con metodología, implementos, canchas expeditas, atención médica, concentraciones y todo lo que produzca calma, evitaría tormentas y quejas. Cumplidos estos referentes avizoraremos logros que harán historia.

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En muchas naciones los equipos que compiten llenan estadios, hay más de 30 millones de mujeres que practican este deporte de manera organizada y recreativa en el mundo; Estados Unidos tiene cuatro estrellas mundiales; en Alemania, Japón, Noruega, Canadá, Suecia, Italia, España, Inglaterra, China, Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y en tantos países más sus dirigencias asumen protagonismo. La FIFA aporta a sus 211 miembros valores económicos, programas de desarrollo y cursos.

En el Ecuador, con la presencia de la brasileña Emily Lima (contratada por la FEF) al frente de las selecciones femeninas, el trabajo de entrenadores nacionales implicará pasos para que algún día conjuntos y combinados ecuatorianos sean respetados en cancha.

Respetamos las voces airadas de algunas jugadoras en poseer una igualdad en todos los aspectos, como los disfrutan los varones en el profesionalismo, vendrán días en que demuestren en el terreno de juego por qué levantan sus voces y hacen requerimientos. Con calma y serenidad se llega lejos.

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Hay verdades y las vamos a describir. No hay apoyo de las empresas, salvo excepciones; el periodismo no les para bola, eso las desmotiva; hay que encontrar incentivos para que el hincha asista. Sería interesante que en las programaciones del fútbol de la Liga Profesiona los conjuntos femeninos de la Superliga actúen en un juego preliminar. Sería estupendo, fabuloso.

No más palabras... (O)