Catorce años han pasado desde que Carlos Torres Garcés llevó a un plantel de Emelec que sufría de severos problemas económicos, pero con una dupla de goleadores argentinos, que llegaron a bajo precio y como desconocidos en ese momento -Luis Miguel Escalada y Marcos Mondaini-, a las puertas del título.

Deficiencias de una defensa que no estaba a la altura del arquero Marcelo Elizaga y de su ofensiva frenaron las opciones de unos azules que fueron subcampeones.

Palillo era el técnico de los azules y en la actualidad revela detalles internos vividos en la concentración del Polideportivo de Los Samanes. Por ejemplo, que persiguió con una silla al volante Armando Paredes, que en su carrera tuvo una serie de inconvenientes disciplinarios en la mayoría de los clubes donde militó.

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“No creo que no haya un equipo donde no hayan correteado a Paredes. Era un jugador que tenía muchos problemas fuera del entrenamiento y esos los llevaba a la cancha. Lo intentamos ayudar, se convirtió en un elemento importante en nuestro esquema; tenía visión de juego y certeza extraordinaria, solo le faltaba gol. Era un buen chico, no era malo, sufría de ansiedad. Antes de los partidos teníamos que ir a la concentración para alimentarse como lo debe hacer un deportista; nosotros estábamos pendientes de esto”, cuenta el DT.

Torres Garcés acota que “A Paredes no le gustaba eso (que estén pendientes de su alimentación). No sé qué tenía por ahí y un día se puso impertinente. Como cuerpo técnico nos quedábamos en Los Samanes haciendo análisis (del rival) y Paredes empezaba a molestar. Decía que quería salir, que la mamá estaba enferma y empezaba así. Daba la vuelta y me insistía (con marcharse). Llegó un momento en que me exasperó. Entonces tomé una silla del comedor y lo perseguí por todo el sitio. Se la tiré, pero no le pegué. Ese fue un punto de inflexión y la situación cambió. Paredes ya había tenido esos problemas (de conducta), a partir de ahí se convirtió en un modelo de chico".

Con Elizaga

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Con el portero Marceloa Elizaga, de fuerte personalidad y uno de los favoritos de Emelec entre el 2005 y el 2010, Torres Garcés, que también tenía un pasado ilustre como jugador millonario (campeón en 1979 como jugador y como adiestrador en 1994), tuvo un encontronazo. Loa narró en una entrevista al diario digital Redacción Deportiva.

“En principio fue dura y mala (su relación con el Polaco). El año previo (2005) a mi llegada su entrenador fue Jorge Habegger y mi grupo de trabajo implementó una serie de cosas a las que ellos estaban acostumbrados. Por ejemplo, el arquero debía trabajar con nosotros en la parte aeróbica y no solo con el preparador de porteros. Eso a él no le gustaba”, decía yo quiero estar con mi entrenador de arqueros, yo sabía que lo necesitaba a él para mi proyecto de juego y a él, al principio no le gustó eso”.

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Recuerda un episodio puntual: “Cuando el clima era adverso (en invierno hubo fuertes lluvias) entrenábamos en el comedor de Los Samanes para hacer algo y no perder el tiempo. Un día me dijo que él no estaba acostumbrado a practicar en un comedor y tuvimos un encontronazo. Después de eso se convirtió en amigo nuestro, entendió las cosas. La verdad, yo no me porté bien en ese momento. Le dije (a Elizaga) unas palabras muy duras y el me respondió”.

Campeón también con Barcelona en 1981, como talentoso volante, el esmeraldeño aclara si es hincha canario o eléctrico. “Soy socio de Emelec, con eso le digo todo. Pero de chico era hincha de Barcelona, lloraba por Barcelona. Jugué ahí, pero no tuve las amistades como sí tuve en Emelec, tanto con dirigentes como con la hinchada. Se me fue metiendo el equipo hasta que un día me hice socio azul porque ese es mi club. Para que la gente entienda: Soy profesional, independiente de que lo me guste. Si mañana debo ir a trabajar a un equipo que no es Emelec, iré”.

Sobre el técnico Jordi Cruyff, que no ha dirigido ningún entrenamiento como entrenador de Ecuador, Torres Garcés comentó: “Si yo fuera presidente de la Ecuafútbol no habría contratado a Jordi Cruyff. Normalmente en selecciones, la mayoría de los técnicos son experimentados. Un entrenador, para ir a una selección, debió pasar antes por distintos procesos de ganar y perder, por muchísimas cosas. Cruyff no tiene experiencia. Si se analiza, la mayoría de técnicos de combinados nacionales pasan los 50 años y ya han tenido un recorrido”. (D)